En inglés y español, la elección de la película de Peter Farrelly no terminó de convencer. Por un lado una película más arriesgada como Vice (Los vicios del poder) presentaban -no diré argumentos para respetar el derecho de opinión de cada quien- más novedad, irreverencia, iniciativa, atrevimiento, adapta su guión a una era que el cine está necesitando, salirse de la caja.
Y quizá lo mismo pasaría con Roma antes que Green Book, la cinta autobiográfica del mexicano Alfonso Cuarón, que fue más que la historia de una trabajadora doméstica, quizá una historia de rutina para nuestras realidades mesoamericanas, pero una parte real de la vida en el tercer mundo para el resto del planeta.
Y no por nada Roma recogió mejor película extranjera (por primera vez para México), mejor director y mejor cinematografía (hecha por el propio Cuarón), por ese montón de cositas que los que se 'durmieron' intentando verla, no se dieron cuenta que frente a ellos estaba una pieza maestra.
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Pero ojo, que tampoco trato de demeritar a Green Book, al contrario, me parece una gran película, pero con menos riesgos que las dos anteriores. De hecho, Green Book cuenta con una excelente producción gráfica, cinematografía, diseño de vestuario y un guión original. Con un divertido Viggo Mortensen (saludando a San Lorenzo de Almagro como siempre) y un indiscutible Mahershala Ali, quien repite Oscar tras Moonlight (2016).
No es que Green Book no lo merezca, pero creo que antes de ella en la lista de nominadas estaban otras con un poco más de ruido qué hacer.
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Rami Malek
Revivir a Freddie Mercury no es una cosa menor. Rami Malek, lo hizo. El Oscar le llega antes que a muchos otros tantos actores multitaquilleros que llevan más nominaciones como Johnny Depp, Glenn Closs, Brad Pitt, Michelle Pfeiffer, Samuel L Jackson entre muchos.
Su máximo rival en la categoría era Christian Bale (en su momento Batman), quien sufrió una transformación física terrible para encarnar nada menos que a Dick Cheney, el vicepresidente de Estados Unidos, que decidió invadir Irak y dio caza a Saddam Hussein. Bale como ganador del Globo de Oro en enero por este papel, describió a Cheney como 'Satanás'.
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Es una decisión difícil, pero el mundo tenía en los ojos a Rami Malek, quien creo lo merece sin ninguna duda, pero el papel de Bale me sigue poniendo a pensar al respecto.
Mejor actriz
'No lo sé Rick'... La estatuilla final fue para Olivia Colman, quien encarnó a la reina Anne (Reino Unido 1702-1705) en La Favorita, una película en la que se vio desde la comedia las maquinaciones políticas de un trío de mujeres dirigiendo un reino desde la perversidad.
Pero la actuación de Olivia Colman es desde mi punto de vista cuestionable, pues considero papeles con mayores esfuerzos como el de Glenn Close (La buena esposa), Melissa McCarthy (Can You Ever Forgive Me?) e incluso el neófito protagónico de Lady Gaga en Nace una estrella.
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La ceremonia
Para mi fue aburrida y acelerada. Como queriendo calzar un zapato 39 para un pie 41. Y el hecho de no contar con un presentador (host) tras la renuncia de Kevin Hart por antiguos comentarios homófobos en su cuenta de Twitter, faltó ese link que transportara emociones o reestablecer el orden tras la entrega de un premio.
Según los especialistas, que la ceremonia de la entrega del Oscar dure casi cuatro horas baja la audiencia en la televisión, pero tampoco llevándola a tres horas es como se aumentará el rating. Sí al final, quiénes terminamos viendo toda la ceremonia somos quiénes nos gusta el cine, como el Super Bowl, quiénes terminan viendo la última jugada del campeonato son los que saben del deporte, el resto se marcha tras el show de medio tiempo.