Cosechando buenas críticas en medios como The New York Times, además de una nominación al Golden Globles como Mejor película extranjera y ahora figura entre las 15 finalistas que podrían aspirar a la categoría de Mejor película internacional en los próximos premios Oscar.
“La Llorona” toma un famoso mito hispanoamericano -la leyenda de la mujer que ahogó a sus hijos y cuya alma, arrepentida y maldecida, los busca llorando por las noches- para relatar un hecho verídico: el llamado genocidio maya o guatemalteco, una de las peores atrocidades en la historia de América Latina.
Ocurrió entre 1981 y 1983, durante la guerra civil de Guatemala, cuando el gobierno militar llevó a cabo una serie de masacres de campesinos mayas, acusados de colaborar con la guerrilla marxista financiada por la Unión Soviética y Cuba.
Desde Ciudad de Guatemala, Jayro conversó con EL HERALDO en exclusiva sobre su nueva película y lo que esta representa para el cine centroamericano.
Jayro Bustamante: Cada cineasta se rifa con sus medios
¿Qué está haciendo bien el cine centroamericano y el de Guatemala en específico que cada vez más está trascendiendo?
Es que decir el cine es como muy amplio, yo te puedo decir de los cineastas, porque en la actualidad no existe ese universo del cine que te proteja, que te ayude, que te lleve, por ahora todo es un camino individual, cada cineasta se la rifa con su propios medios, con lo que tenga, para contar historias.
Y lo que creo es que lo que están haciendo bien ya es un primer gran paso y eso es lo que nos ha llevado a donde estamos. Eso hace que como naciones, como Estados y como región, todos nos sintamos orgullosos, pero lo que yo espero es que el cine despierte conciencias y las ayudas sean consecuentes, y la protección sea consecuente y los apoyos también.
Y hablando de “La Llorona”, ¿cuál es la importancia de la temática que se aborda en la película hoy en día, el genocidio a comunidades mayas en los 80 en Guatemala?
Yo creo que es relevante en naciones como las nuestras en donde las historias no han sido contadas, es relevante que las historias vengan de nosotros mismos porque hemos tenido mucha intención de cineastas extranjeros que han hecho documentales de nuestras historias, ahora necesitamos más nuestras propias voces.
También tenemos que entender que el cine constituye dos cosas: el arte y el mensaje, y está la industria, y esa industria es extremadamente poderosa y ofrece muchísimos trabajos, que ejecuta presupuestos muy grandes en tiempos muy limitados en regiones particulares.
Y si lo vemos desde ese punto, tenemos que entender la importancia que le tenemos que dar a esto, hay muchas aristas y es muy difícil que nos entiendan porque somos difíciles de estudiar en términos de marketing.
¿A dónde debería apostar el cine centroamericano con este tipo de historias?
Yo creo que somos una de las regiones que más esfuerzo estamos haciendo para contar sus historias. Los cineastas se están preocupando mucho por eso. Yo creo mucho en el cine como herramienta de aprendizaje, como herramienta de cambio e impacto social. Aparte de eso, lo que sí pienso -y esto es un hecho en todo el mundo-, cada vez estamos teniendo este fenómeno de que la gente comienza a pasarse de la lectura a lo audiovisual.
Esto también nos responsabiliza mucho a nosotros como creadores de esos contenidos, porque si solo estamos pensando en el entretenimiento y no les estamos dando nada más vamos a contribuir a generar sociedades menos pensantes. Esta línea considero que siempre es la que tenemos que tener en mente.
Necesitamos una formación que no sólo nos enseñe a hacer películas, sino que nos enseñe a tener un criterio de cómo comunicar en nuestras películas. |
¿El cine de Centroamérica, listo para el mundo?
¿Qué experiencia deja “La Llorona” en su carrera? En el filme incluso toca géneros de cine como el suspenso y el thriller.
Yo creo que el crecimiento que hemos hecho es muy bonito, también desde un punto de vista los cineastas no somos artistas independientes, somos artistas colectivos que dependemos de un equipo.
Detrás de mí, en “La Llorona”, hay un equipo y dependemos de la creatividad de cada uno de ellos, este crecimiento ha sido muy significativo. Recuerdo, por ejemplo, cuando hice “Ixcanul”, que salió en el 2015, una buena parte de mi equipo era internacional porque necesitamos de esos elementos para trabajar, en “Temblores” también, pero menos, y en “La Llorona” los internacionales que invitamos es porque queríamos trabajar con ellos.
La industria local ya está lista para hacer películas que se puedan exhibir al mundo. Es un crecimiento y no solo en Guatemala, es toda Centroamérica, y es algo que da esperanza.
En Honduras el movimiento de cine está creciendo y son precisamente una nueva generación de jóvenes quienes lo impulsan. De su parte, ¿cuál sería la motivación para que sigan el camino que Jayro Bustamente está teniendo en la actualidad?
Yo siempre le digo a los jóvenes que me hacen la pregunta, es la formación, la cual es muy importante, sobre todo cuando venimos de regiones como la nuestra en donde el arte ha sido tan despreciado y tan olvidado.
Necesitamos una formación que no sólo nos enseñe a hacer películas, sino que nos enseñe a tener un criterio de cómo comunicar en nuestras películas.
Nos gusta pensar en ciertos directores que se formaron solos y nos gusta pensar que siempre la excepción es la regla, pero realmente esto se aprende haciendo, con mentores, y se aprende de los errores y de los errores de los otros.
La formación no tiene que ser forzosamente académica, pero sí les aconsejo que la hagan y sobre todo que miren muchísimo cine, porque eso les va a marcar su formación visual y de contar historias.
¿Cómo piensa vivir esta temporada de premios tan atípica?
Es muy emocionante y nosotros estamos aprendiendo, es algo nuevo no solo para Guatemala sino para toda la región. Llegar a estas posiciones significa mucho trabajo por detrás, hay muchas cosas por hacer y aprovecho para mandar un abrazo a todo mi equipo que me ha ayudado.
¿En qué proyectos estará concentrado después de esto?
La pandemia nos permitió desarrollar bastante, estamos trabajando en diferentes proyectos, seguimos enfocados en contar historias de la región y justo lanzamos un casting en mi productora para descubrir nuevos talentos para mi próximo proyecto. Además, esto nos servirá para tener una base de talentos que podamos formar y acudir a ellos cuando las producciones lo necesiten.