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Lo decretó y lo logró: cómo la hondureña Cesia Sáenz ganó el primer lugar en La Academia

La concursante oriunda de El Porvenir, Comayagua, demostró su gran capacidad vocal en cada concierto del popular programa de canto. En redes sociales siempre fue una de las participantes más votadas
14.08.2022

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- No fue fácil, pero lo logró. La hondureña Cesia Sáenz se coronó ganadora de La Academia: 20 años gracias a su potente voz y soltura en el escenario. Ahora le augura una prometedora carrera artística.

“No tengo palabras. Es un sueño hecho realidad y no me lo puedo creer. Este premio va para mi país y todo lo gente que votó por mí”, expresó muy emocionada la primera hondureña en ganar este concurso.

La “leona de Honduras” se llevó además del cariño del público el premio de un millón de pesos mexicanos y un contrato con Sony Music.

La concursante, oriunda de El Porvenir, Comayagua, hizo suyo el tema “Por amor” de Marco Antonio Muñiz. Con la sensualidad que la caracteriza, se entregó en el escenario y emocionó al público que desbordó en aplausos.

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La “leona de Honduras”, como le apodó la jueza Ana Bárbara, convirtiéndolo en su sello personal, compitió en la gran final contra Mar (Ecuador), Rubí (México), Andrés (México) y Nelson (Guatemala).

Durante el último concierto, la académica dio su mejor esfuerzo que rindió frutos.

¿QUIÉN ES CESIA?

Además del canto, a la artista de 23 años le gusta el baile, toca algunos instrumentos musicales y disfruta mucho hacer deporte y dibujar.

Según contó Reina Sáenz, su mamá, desde muy pequeña la querida “colocha” de la nación cinco estrellas demostró grandes dotes en la música. Cuando apenas tenía 5 años participó en un concurso de canto que la coronó ganadora tras prestar su voz a la canción “La mochila azul”.

ÚLTIMA INTERPRETACIÓN DE CESIA

Los cinco críticos concluyeron que el show final de la hondureña fue el mejor de todos durante su recorrido por el concurso de canto, por lo que atrás quedó su “falta de conexión” y “soberbia” con la que la tildaron algunos de los jueces.

“Cesia no sabes más que hacer las cosas a lo grande. Cierra siendo esta leona que nos ha demostrado que ella hará lo que se le dé la regalada gana. Eso me tranquiliza mucho porque me demuestra una mujer muy segura de sí misma”, le dijo Lolita Cortés.

Ana Bárbara, que siempre fue dulce al evaluar el desempeño de los académicos, manifestó que Cesia la emocionó hasta el borde de las lágrimas.

Horacio Villalobos, por su parte, le dijo “qué hiciste hoy que ayer no hiciste. Qué sentiste, qué se destapó”.

“Dedica tu carrera a Dios. Cada vez que salgas al escenario nos encomendamos a los dioses. Siempre piensa en Dios, porque conectaste de una manera y eres una mujer conmovida”, manifestó.

“Tu carrera es esta. Hazlo siempre con amor. Gracias por todo”, agregó.

UNA AUDICIÓN ÚNICA

La talentosa hondureña mostró la potencia de su voz desde el día en el que acudió al casting de La Academia en un centro comercial de Tegucigalpa, capital de Honduras. Con mucha incertidumbre se trasladó desde la colonia ciudad de Comayagua junto a su hermana, Suny Sáenz, quien también soñaba con concursar en La Academia.

Portando sobre su pecho el rótulo “HON-0119”, Cesia entró a la sala donde se llevaba a cabo la audición y enamoró a los jueces desde el primer instante, pues su carismática personalidad los atrapó.

La catracha dijo estar mal de la garganta y hasta bromeó haciendo un comercial improvisado de una marca de pastillas refrescantes que patrocinaba el evento.

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Luego tomó el micrófono y cantó a capela la canción “La Soledad” de Laura Pausini. Inmediatamente, los seleccionadores le preguntaron si podía cantar algo con más sentimiento , algo le recordara algún momento emotivo en su vida o con su familia.

Ella les advirtió que “de hecho siempre batallo para no llorar cuando canto esa canción” y comenzó a interpretar “Amor eterno” de Juan Gabriel. Ellos estaban extasiados y ella intentaba contener las lágrimas, pero de repente comenzaron a correr por sus mejillas, sin que esto impidiera que ejecutara la canción de forma profesional.

”¿Por qué te emociona tanto esta canción?”, le consultaron. “La canté cuando murió mi abuelita”, recordó la joven hondureña.

Ahí, con las emociones a flor de piel, le consultaron más detalles sobre su familia y contó, con la transparencia que la caracteriza, que la relación con su padre no era buena.

“No existió el amor de padre como que se debe, ahí está pero es como que no haya, pero las mujeres somos fuertes. A mí me tocó ser la oveja negra de la familia, pero aquí estoy y aquí voy a estar”, dijo sentándose en el suelo del escenario para estar más cómoda durante la conversación.

“Nos tienes cautivados”, le dijo una de las personas que se encontraba en la mesa principal. Y esa misma fue la reacción del público cuando tras ser seleccionada, concierto a concierto se enamoró más de su voz y de su presencia escénica.

UN PODEROSO DECRETO

“Hola, soy Cesia Sáenz. Vengo desde Honduras para ganar La Academia”, dijo la joven muy sonriente en su video de presentación al llegar a México con sus maletas cargadas de sueños, pero también sobre sus hombros el peso de sus miedos y su dolorosa historia.

Una vez en suelo azteca, Sáenz enfrentó un proceso de altos y bajos. Durante el primer concierto fue tildada de “soberbia” y Lola Cortés, una de las integrantes del panel de críticos le dijo: “Qué gritos, niña”.

Sin embargo, a pesar de eso “La leona de Honduras”, como fue denominada por la jueza Ana Bárbara, rugió cada vez con más fuerza, segura de sí misma y decidida a cumplir su sueño.

Varios conciertos más tarde, la misma Lola Cortés no vio más opción que reconocer el arrollar talento de la catracha y en una de sus evaluaciones le dijo: “Con los años de carrera que llevo yo jamás podré cantar lo que tú cantas”.

HISTÓRICO

En las ediciones anteriores, la hondureña Katheryn Banegas ganó el tercer lugar y posteriormente Angie Flores el segundo, por lo que llevarse el primer lugar es un triunfo histórico para la nación cinco estrellas que espera con ansias la llegada de la “Leona de Honduras” para recibirla por todo lo alto.

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A su arribo a su ciudad, Cesia no solo tendrá el aplauso y el abrazo de su gente sino que además podrá ver una hermosa obra de arte que fue pintada en su honor en el muro del Instituto León Alvarado por el artista hondureño Ney Fernández.

Tras una gira con los demás académicos y algunos trabajos en Honduras, la hondureña planea establecerse en México para desarrollar su carrera artística en uno de los mejores mercados en Latinoamérica.