LONDRES, INGLATERRA.- La foto retocada de la princesa Kate Middleton de Gales ha creado una situación incómoda para la realeza británica, al haber instaurado un clima de desconfianza sobre la futura información suministrada por la monarquía.
El tabloide Daily Mail, habitualmente fiel a la corona británica, era claro este martes en el titular de su primera página.
“¿Cómo la foto de Kate se convirtió en un desastre en cuanto a relaciones públicas?”, escribió el diario.
El domingo, coincidiendo con el día de la madre, se difundía una foto de la princesa de Gales, Kate, de 42 años, la primera desde la misteriosa operación abdominal, de la que se desconocen los detalles, de la esposa del heredero de la Corona británica, Guillermo.
En ella se la veía sonriente junto a sus tres hijos. Pocas horas después se descubriría que había varias manipulaciones en la foto.
Rumores y especulaciones
Tras su operación de mediados de enero, el Palacio de Kensington, encargado de la comunicación de los príncipes de Gales, no facilitó mucha información sobre la dolencia de Kate, creando un caldo de cultivo para rumores y especulaciones.
Cuando se supo que la foto estaba trucada, las agencias de prensa internacionales, entre ellas AFP, decidieron retirarla.
Si normalmente es la realeza la que da la espalda a la prensa, en este caso se dio la vuelta a la tortilla y fueron los medios de comunicación los que rechazaron una información procedente de la realeza.
“Tradicionalmente, son ellos (la realeza) los que no aceptan a la prensa, pero por una vez los medios de comunicación se enfadaron con los Windsor”, resumió Ian Lloyd, autor de varios libros de fotografía sobre la monarquía británica, en declaraciones reproducidas por El Independiente.
“Presumiblemente, las agencias sintieron que los Príncipes de Gales no sólo manipularon la foto sino que también manipularon a los medios de comunicación y al público en general”, añadió Lloyd en las declaraciones de las que se hace eco The Independent.
También se han levantado voces en defensa de la princesa Kate, como la actriz estadounidense Whoopi Goldberg, en un programa de la cadena ABC.
“Lo siento, pero conozco muy pocas personas que no manipulen sus fotografías”, dijo.
El desliz de Kate, que admitió el lunes en un comunicado que fue ella la que hizo la manipulación, al tiempo que pidió disculpas por la confusión causada, ha llevado a comparaciones con su cuñada Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, hermano pequeño de su marido.
“Es un error que Meghan jamás cometería”, dijo una fuente cercana a la actriz estadounidense, en declaraciones recogidas por el New York Post.
Meghan “tiene buen ojo y pone una atención extraordinaria a los detalles”, añadió la misma fuente.
De cualquier forma, la confianza en la información suministrada por los príncipes de Gales parece haber visto socavada.
Clima de desconfianza
“En el contexto actual, cualquier manipulación de una imagen, incluso menor y sin intención de inducir un error, puede despertar sospechas”, afirmó Chris Morris, director del sitio de verificación Full Fact.
“Las teorías de la conspiración surgen cuando hay un vacío de información, por lo que si quieres que te crean, tienes que ser transparente”, añadió.
Según Peter Hunt, que se encargaba en el pasado de la información monárquica en la BBC, “la gente desconfiará la próxima vez que den información sobre la salud” de miembros de la familia real, en un momento en que el rey Carlos III es tratado de un cáncer.
El episodio de la foto de Kate llega tras una semana de confusión sobre su estado, en la que Guillermo anuló a última hora un compromiso oficial por unas misteriosas “razones personales”.
Poco después, el anuncio de la participación de Kate en un desfile militar en junio fue retirada tras su publicación.
Tras este desliz, los príncipes de Gales tienen el desafío de recuperar la confianza de sus conciudadanos en cuanto a la información de la misteriosa dolencia abdominal de Kate.