TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Oh, alma mía”, es sin duda uno de los más hermosos legados del cantante cristiano Álvaro Gómez, fundador de “Los Voceros de Cristo”, quien murió la mañana del martes tras complicaciones en su salud.
Gómez, junto al también músico y compositor colombiano Eduardo Silva, crearon hermosas melodías cristianas que hasta la fecha son de bendición.
Cargadas de letras que hablan del amor de Dios, la salvación y la fe, “Oh, alma mía” es una de las que más destacan entre su repertorio.
Durante sus más de 30 años de carrera musical, Álvaro Gómez compuso y sumó a su legado temas como “Los ojos de Jehová” y “Escogido fue de Dios”.
A la lista se suman otros éxitos que surgieron durante su larga trayectoria como “La traición de Judas”, “Sodoma y Gomorra” y “loor a ti mi Dios”.
¿Quiénes son “Los voceros de Cristo”?
Los Voceros de Cristo se fundó en Bogotá, Colombia, en 1972 por Álvaro Gómez y Eduardo Silva. La agrupación se ha distinguido por su sonido de las guitarras y sus letras saturadas de teología.
Actualmente, cuentas con más de 20 discos, videos musicales y material literario que ha traspasado fronteras en toda Latinoamérica y Estados Unidos.
Han recibido distintos reconocimientos a lo largo de su carrera, como una nominación a los premios Arpa, un Vision Music Awards, el honor de los Generales de Dios (consejo apostólico de Houston) el distintivo de “Capellanes” de la PNC (Policía Nacional Civil de Guatemala) un premio de “Plata” de la red social YouTube por alcanzar más de cien mil suscriptores, entre otros, según la biografía de su página oficial.
Además, han realizado colaboraciones musicales con diversos artistas, entre ellos Julio Melgar, Bani Muñoz y Víctor Hernández.