TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “La Sirenita” ha sido un éxito rotundo desde su estreno este fin de semana a nivel mundial, pues ha superado las proyecciones que varios hacían sobre sus recaudaciones y otra de las cosas que superó las estimaciones fue el peinado que usó Halle Bailey para darle vida a Ariel.
Y es que recientemente, Camille Friend, quien trabajó como jefe de estilismo en el live action de La Sirenita, compartió algunos detalles desconocidos sobre el proceso creativo detrás de la personificación de la princesa. Como que el precio para elaborar uno de los peinados fue de 150 mil dólares.
Según Friend, el peinado que llevó Halle Bailey en algunas escenas de la cinta fue una de las cosas más complejas de lograr, pues tenía que cumplir con varios requisitos.
Al ser la primera Ariel negra desde la creación del personaje animado en Disney, la producción quiso mantener su cabello con su característica vibra afro, por lo que decidieron optar por rastas que se vieran naturales dentro y fuera del agua.
De acuerdo a la experta en estilismo, esto no era posible usando una peluca y tampoco se pretendía cortar demasiado el cabello de la actriz o colocarle incómodas extensiones.
“Sabía que una peluca simplemente no iba a funcionar. Las rastas de Halle le llegan hasta la cintura, más de 30 centímetros y ponerle una peluca iba a parecer una locura”, aseguró.
Además, confió que no solo se trataba de la manera de llevar el cabello, sino del tono del mismo, el cual debía ser en consonancia con su color de piel y su maquillaje.
Fue así que Camille Friend decidió envolver cabello alrededor de las rastas de Bailey sin comprometer su estructura natural y coloración, una tarea que llevó más de 10 horas.
“Si tomamos cabello y lo envolvemos alrededor de sus rastas, no tenemos que cortarlo ni teñirlo. Podemos cambiar su color sin cambiar la estructura interna de su cabello. Su estructura y su cabello son ella”, dijo la experta en una entrevista con Variety.
El resultado final fue una Ariel con el cabello de tonalidad rojiza y abundante, sin perder su movilidad, sobre todo bajo el agua, donde el trabajo fue mayor.
“Las rastas no flotan y el cabello debía verse como si pudiera bailar, por lo que se debieron añadir mechones adicionales y recurrir a la animación digital”, declaró la experta.