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“Monstruos”: La historia real detrás del crimen de Lyle y Erik Menéndez

Conoce sobre el crimen de los hermanos Lyle y Erik Menéndez que impactó al mundo, descubre detalles de la historia y quiénes fueron sus víctimas
27.08.2024

BEVERLY HILLS, ESTADOS UNIDOS.- El 19 de septiembre, Netflix lanzará una serie que promete estremecer a la audiencia. “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez”.

Esta producción será protagonizada por Nicholas Alexander Chávez (Lyle Menéndez) y Cooper Koch (Erik Menéndez) se trata de uno de los casos criminales más polémicos y mediáticos de la década de los 90 en los Estados Unidos.

Los hermanos fueron acusados y condenados por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez.

¿Quiénes son Lyle y Erik Menéndez?

Los hermanos eran provenientes de una familia adinerada y aparentemente perfecta, crecieron en Beverly Hills. Su padre cubano-estadounidense, José Menéndez, era un magnate de la industria del entretenimiento, mientras que su madre era ama de casa.

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¿Cómo fue el crimen de los hermanos Menéndez?

El 20 de marzo de 1989, Lyle de 21 y Erik de 18 años perpetraron uno de los crímenes más impactantes de la historia.

Aquella noche, los hermanos entraron a la sala estar de su hogar y utilizando escopetas, dispararon a sus padres mientras que ellos veían televisión.

José Menéndez murió casi al instante, mientras que su madre, a pesar de los múltiples disparos, luchó por sobrevivir antes de sucumbir a sus heridas.

Foto de la familia Menéndez. El padre José, la madre Kitty y los dos hijos: Lyle y Erik.

Según investigaciones, los hermanos llamaron a la policía el día siguiente, asegurando que habían encontrado los cuerpos de sus padres sin vida al llegar a casa.

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La policía se inclinó a pensar que los autores del doble asesinato fueron mafiosos o familiares cercanos al magnate. Sin embargo, los hermanos empezaron a visitar un psicólogo llamado Jerome Oziel.

Erik Menéndez confesó al psicólogo como él y su hermano habían planeado y ejecutado el asesinato de sus padres. Esta confesión se filtró y llegó a las autoridades policiales.

En 1990 fueron arrestados y acusados de asesinato; en 1993 empezó el juicio que fue transmitido en vivo. Lyle y Erik alegaron que el asesinato fue un acto de desesperación tras años de abuso físico, psicológico y sexual por parte de su padre.

Sin embargo, el jurado no encontró justificación por el crimen y ambos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.