Las autoridades españolas retiraron pelo, uñas y dos largos huesos de los restos embalsamados del pintor Salvador Dalí para extraer muestras biológicas que se someterán a una prueba de paternidad. Esto abre la puerta a que una mujer, que dice ser su hija, reclame parte de la herencia del artista surrealista.
Pilar Abel, una mujer de 61 años que leía cartas de tarot por televisión, alega que su madre tuvo un romance con Dalí mientras trabajaba como empleada doméstica en el pueblo de Figueras, en el norte de España, donde el artista nació y a donde regresó más tarde con su esposa rusa, Gala. Dalí, fallecido en 1989 a los 84 años, fue enterrado en el museo que lleva su nombre en la localidad.
La exhumación se realizó tras dos décadas de batallas judiciales de Abel. En junio, una juez en Madrid ordenó la realización de una prueba de ADN para determinar si la afirmación de Abel era cierta.
Un equipo de expertos forenses abrió el ataúd del artista el jueves en la noche en una delicada operación en la que se emplearon poleas para levantar la lápida de 1,5 toneladas que cierra la cripta donde descansan los restos del pintor.
El cuerpo de Dalí está bien conservado, momificado tras el proceso de embalsamamiento aplicado hace 27 años, explicó Lluís Peñuelas Reixach, secretario general de la Fundación Gala-Salvador Dalí, en un conferencia de prensa el viernes en Figueras.
Incluso el carismático bigote de Dalí sobrevivió al paso del tiempo y seguía en 'en la clásica postura de las 10:10', dijo Peñuelas refiriéndose a la posición de las manecillas de un reloj.
Según las autoridades judiciales, solo cinco personas _ un juez, tres forenses y un asistente _ supervisaron la retirada de las muestras por respeto a los restos y para evitar cualquier contaminación.
Representantes de la fundación pública que administra el patrimonio de Dalí manifestaron el viernes que las pruebas que respaldan la demanda de Abel no eran suficiente para justificar la intrusiva exhumación, y que seguirán adelante con la batalla legal para anular la prueba de paternidad.
Dalí y su esposa, nacida Elena Ivanovna Diakonova, no tuvieron hijos aunque Gala, tuvo una hija de un matrimonio previo con el poeta francés Paul Éluard.
Abel, que durante un tiempo trabajó como tarotista en una televisora local, nació en Gerona, una ciudad próxima a Figueras. Recurrió a los tribunales para pedir la exhumación porque quiere probar legalmente que el que fuera uno de los padres del surrealismo mantuvo una aventura con su madre y es su padre biológico.
Si logra demostrarlo, podría reclamar una cuarta parte del patrimonio de Dalí, que está administrado por una fundación pública, según el abogado de Abel, Enrique Blánquez. No hay estimaciones actuales del valor que podría alcanzar la fortuna del artista.
Si la prueba resulta negativa, la fundación pediría una compensación por el costo de la exhumación.
La prioridad de la fundación es minimizar la interrupción en la actividad del Teatro-Museo Dalí y en los restos del pintor, según su secretario. 'Es importante que Salvador Dalí regrese a descansar bajo la cúpula del museo', declaró Peñuelas.
La fundación y el museo tomaron medidas para asegurar que no se publiquen imágenes de la exhumación. Antes del inicio de los trabajos en la cripta el jueves, los celulares se dejaron en un depósito y se colocó una carpa bajo cúpula de vidrio que corona el edificio para evitar fotos o videos tomadas desde drones.
Las muestras biológicas se trasladarán a un laboratorio forense en Madrid para su análisis, un proceso que podría demorarse semanas.