TEGUCIGALPA, HONDURAS. Lo soñó y lo cumplió. Stephanie Lorraine Bonilla Flores fundó hace casi tres años su propio bufete en la ciudad de Boston, Massachusetts, Estados Unidos, una trinchera desde la que ayuda a compatriotas con problemas migratorios.
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El camino no fue fácil para esta abogada que creció en el barrio Buenos Aires de Tegucigalpa. La oportunidad de formarse en instituciones bilingües en Honduras (International School y Escuela Americana), la ayuda de sus padres Daisy Flores y Policarpo Bonilla, sumado a su capacidad, fueron la punta de lanza para iniciar sus estudios de pregrado en Negocios Internacionales en la Bentley University de Boston, Massachusetts, Estados Unidos, y tras cuatro años de sortear obstáculos, en 2014 obtuvo su grado de licenciatura con honores, al obtener el Cum Laude.
Pero el sueño de Stephanie aún no estaba completo. Los dos años siguientes se enroló como trabajadora social en More Than Words y YMCA, dos organizaciones no gubernamentales que ayudan a niños que tienen problemas con la ley y familias sin hogar. Allí ya el gusanito de ser abogada empezaba a salir a flote. Ese vínculo con la comunidad migrante la llevó a optar a una beca en la prestigiosa Boston University School Of Law, donde obtuvo su título de abogada.
El examen de admisión era difícil, pero las ganas de triunfar fueron más fuertes que el temor al fracaso. “A veces uno mismo se pone los obstáculos cuando no cree en su capacidad, cuando no tiene confianza en sí mismo”, cuenta Stephanie. Pero ella no se dejó vencer y a pesar de la discriminación por ser latina, su capacidad la hizo brillar y en 2017 obtuvo su título de abogada. Y de 2019 a 2021 laboró en la prestigiosa firma de abogados Barrales Law, que maneja casos de inmigración. Esa experiencia le sirvió para abrir SB Law, desde el cual desde hace dos años ayuda a la comunidad latina a legalizar su estatus migratorio.
“Lo hago porque creo que los latinos somos guerreros... sabemos lo que es trabajar, lo que cuestan las cosas y en mi experiencia quienes se van a Estados Unidos lo hacen en busca de oportunidades que no encuentran en Honduras”.
Ha ganado el 99 por ciento de los casos, cuenta con orgullo. “Siempre que entro a una corte me da un orgullo grande porque mi familia no se imaginaba que yo podía llegar hasta aquí, ni yo lo imaginaba”. Stephanie también es mentora de estudiantes de Derecho interesados en temas migratorios. Su lema de vida es: “Hay que soñar en grande y entre más miedo te da, mejor, eso te va a empujar a seguir creciendo. Lo peor es que te digan que no”.