LONDRES, INGLATERRA.- El
bebé de Meghan Markle y Harry, que nace en la primavera de 2019, no podrá ser considerados para el título de príncipe o princesa, a menos que su abuela quiera lo contrario.
Según se conoció, el tátara-tátarabuelo del nuevo integrante de la familia , Jorge V, estableció en 1917 una ley que otorgaba este título solo al circulo más cerrado de la familia real, es decir solo a los primeros en la línea para llegar al trono.
Sin embargo, la bisabuela del bebé, la reina Isabel II, tendrá la potestad de otorgarles la jerarquía que ella considere.
Esto lo hará a través de unas cartas patentes, misma que otorgó a los hijos de William y Kate cuando nacieron.
De no recibir este 'agrado' de la reina, los hijos de la pareja serán tratados como 'lady' o lord' y llevarán el apellido Mountbatten-Windsor.
Según se conoció, el tátara-tátarabuelo del nuevo integrante de la familia , Jorge V, estableció en 1917 una ley que otorgaba este título solo al circulo más cerrado de la familia real, es decir solo a los primeros en la línea para llegar al trono.
Sin embargo, la bisabuela del bebé, la reina Isabel II, tendrá la potestad de otorgarles la jerarquía que ella considere.
Esto lo hará a través de unas cartas patentes, misma que otorgó a los hijos de William y Kate cuando nacieron.
De no recibir este 'agrado' de la reina, los hijos de la pareja serán tratados como 'lady' o lord' y llevarán el apellido Mountbatten-Windsor.