SAN FRANCISCO, ESTADOS UNIDOS.- El actor Tom Hanks advirtió a sus seguidores sobre varios anuncios publicitarios en los que impostores generados por inteligencia artificial (IA) suplantan su identidad. En el clip también sale suplantada la copresentadora del programa de entrevistas de la CBS Gayle King.
“Cuidado”, señaló Hanks en una publicación en Instagram que mostraba claramente una copia digital no autorizada de él.
“Hay un video por ahí promocionando algún plan dental con una versión mía de IA. No tengo nada que ver con eso”, dijo.
El mensaje había recibido más de 111.700 “me gusta” desde que el intérprete ganador del Óscar lo compartió el domingo con sus 9,5 millones de seguidores en Instagram.
King, copresentadora del afamado programa matutino “CBS Mornings”, publicó también lo que denominó como una falsa pieza audiovisual de ella, en la que supuestamente insta a los espectadores a hacer clic en un enlace para conocer su “secreto” de pérdida de peso.
“No tengo nada que ver con esta empresa”, alertó la conductora en Instagram. “¡Nunca he oído hablar de este producto ni lo he utilizado! Por favor, no se dejen engañar por estos videos de IA”.
Las garantías contra la IA utilizada para replicar el talento de la pantalla fue uno de los temas sobre los que se luchó durante la huelga de escritores que tuvo paralizado a Hollywood hasta un acuerdo tentativo alcanzado la semana pasada.
Una huelga paralela, la de los actores, aún no se ha resuelto.
Los programas de IA generativa irrumpieron con fuerza en la industria a finales del año pasado, con ChatGPT demostrando su capacidad para crear ensayos, poemas y conversaciones a partir de breves indicaciones.
Los modelos de IA han añadido funcionalidades como la de generar imágenes digitales por encargo, lo que hace temer que la tecnología se utilice para crear fotos y videos “falsos” que engañen a la gente haciéndoles creer que son reales.
Y son tan reales que en muchas ocasiones podrían resultar difícilmente detectables.
Los gigantes tecnológicos Google, Meta y Microsoft son algunas de las compañías que se apresuran a rentabilizar las habilidades de la IA generativa, al tiempo que intentan evitar peligros como su potencial de ser un arma para la desinformación y la ciberdelincuencia.