La muerte de Paul Walker,
protagonista de “Rápido y furioso”, representa una de las más grandes pérdidas de la franquicia que, sin embargo, no se preocupa por las ventas.
Y es que el deceso del actor ha atraído a un público que está interesado en conocer el trabajo de Walker en las distintas cintas en donde interpretó al detective y corredor de autos Brian O’Conner.
De esta forma, “Rápidos y furiosos sin control”, quinta entrega y “Rápidos y furiosos 6”, cinta estrenada en mayo de este año, se han convertido en las películas más descargadas y vendidas en las tiendas de discos (tanto físicas como digitales), ubicándolas en los primeros lugares del top de las listas en todo el mundo. La casa productora no es la única que está obteniendo beneficio a consecuencia de la muerte del actor.
Seguidores de la saga o del mismo Walker comienzan a hacer negocio con objetos de colección.
El domingo muchos fanáticos se reunieron en el lugar del accidente para conmemorarlo.