Algunas empresas dieron los insumos a sus trabajadores para laborar desde casa, mientras los empleados de bancos, farmacias o empresas que distribuyen alimentos tienen un permiso para circular.
Pero en medio de esta emergencia por el Covid-19 hay un sector que sigue exponiéndose en las calles, en los mercados y hasta en sus lugares de trabajo: las empleadas domésticas.
'Estamos expuestas a ese peligro. Queramos o no, tenemos que ir a trabajar, porque nosotras no tenemos ni siquiera un salario mínimo, porque, al no tener los derechos laborales que otros trabajadores tienen, nos obliga a estar en los lugares de trabajo', dijo con preocupación Eda Luna, quien forma parte de la Red de Trabajadoras Domésticas en Honduras.
En el país hay 106,763 personas que trabajan como empleados domésticos a cambio de un salario, de acuerdo con la Encuesta de Hogares de 2019 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Dentro de esta categoría están los mayordomos, amas de llaves, cocineras, encargadas de la limpieza, lavanderas (a domicilio), niñeras, jardineros y motoristas.
Las cifras, analizadas por EL HERALDO, muestran que 66 de cada 100 empleados domésticos laboran en el área urbana y, de estos, 20 lo hacen en San Pedro Sula y Tegucigalpa, dos de las ciudades que reportan cifras alarmantes de Covid-19.
Luna, por ejemplo, vive en Tegucigalpa, a pocos kilómetros de donde trabaja, pero a diferencia de ella hay otras mujeres que no corren con la misma suerte y deben buscar jalón o caminar para desplazarse hasta su trabajo.
LEA: Suspenden varios empleados de Copeco durante auditoría forense del TSC
Desde el 16 de marzo, el gobierno de Honduras ha extendido en tres ocasiones el toque de queda para reducir el contagio de la enfermedad, que hasta el jueves 16 de abril dejaba 442 infectados y 41 muertos.
La medida solo permite que cada hondureño pueda circular un día a la semana, según el último dígito de la identidad. Este día es utilizado para comprar alimentos, gasolina o ir al banco, pero muchos también lo utilizan para movilizarse internamente.
Sin embargo, para las empleadas domésticas no es así, pues son orilladas a permanecer internas en las casas de sus patronos sin ningún beneficio extra.
Datos del INE muestran que en promedio los empleados domésticos ganan casi tres veces menos que el salario mínimo establecido en el país, es decir que su ingreso oscila entre 3,599 y 3,912 lempiras mensuales.
En otras palabras esto significa que forman parte del subempleo invisible, porque diariamente reciben entre 120 y 130 lempiras y trabajando más de 40 horas a la semana.
Ante esta situación, las integrantes de la Red de Trabajadoras Domésticas denunciaron que desde que se implementó el estado de sitio 'realizamos un trabajo sin descanso y reconocimiento de pago de horas extras, ya que se debe atender a la familia ante la permanencia de todos los miembros y mientras que yacen en la casa'.
De acuerdo con esta organización, el 58% de las empleadas domésticas trabajan bajo la modalidad de 'dormida adentro', pero debido al estado de sitio -afirmaron- la cifra ha aumentado por la falta de transporte o el temor de los patronos de que al dejarlas salir los contagien de Covid-19.
VEA TAMBIÉN: Invest-H adquiere hospitales, equipo médico y de bioseguridad por casi 1,700 millones de lempiras
'En algunos hogares ya hay (patronos) que han dado positivo al coronavirus, nosotras ni siquiera tenemos seguro social. Esto implica que las condiciones sean más precarias y que si nos enfermamos no podamos ir a una clínica', lamentó Luna, quien afirmó que ellas también temen contraer el virus.
Hasta la fecha, las autoridades no han dado detalles de las profesiones u oficios de los contagiados de coronavirus, pero a criterio de los expertos, las personas que integran el sector laboral informal -como las trabajadoras domésticas- son las más vulnerables.