Su dolor fue aún más grande cuando no hubo una institución, ni Medicina Forense ni el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), que hiciera el respectivo levantamiento del cadáver, por lo que 24 horas fueron cortas para describir el sufrimiento que ellos estaban pasando.
El deceso de Julio César Licona, microbiólogo del Hospital Escuela no es uno más; sino un hecho que, según sus familiares, solo se puede describir en una palabra: negligencia.
Desde que comenzó con síntomas de la enfermedad, él pidió un tratamiento que, no cura el virus pero alivia un poco los síntomas, sin embargo, le fue negado ya que se desconocía el resulto de la prueba PCR que se había realizado un poco más de una semana atrás.
No se sabe a ciencia cierta cómo fueron sus últimas horas, pero a diferencia de muchos trabajadores sanitarios que también fallecieron por el virus, él no tuvo la oportunidad de ser atendido en un hospital.
Desde hace cuatro meses y tres días, los hondureños y especialmente el personal sanitario, luchan contra un virus silencioso, que como a Julio, le ha quitado la vida a casi 40 médicos, enfermeras y demás trabajadores de otras áreas de la salud.
La cifra incluso puede ser superior, pues no hay un registro unificado de las víctimas y, en muchos casos, en el acta de defunción aparece en primera instancia que fallecieron por insuficiencia respiratoria aguda, neumonía atípica o neumonía grave con sospechas de covid-19.
Este registro proviene de información facilitada a EL HERALDO por el Colegio Médico de Honduras (CMH), la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEAH) y a través del monitoreo de medios.
Solo el CMH registró 22 decesos desde el pasado 31 de marzo que falleció la doctora Denise Roxana Murillo Martínez hasta la mañana del martes 14 de julio.
“La primera fallecida por covid-19 dentro del gremio médico fue la doctora Denise Murillo; a ella nunca le tomaron el PCR y no está registrada dentro de las muertes por covid, sin embargo, tiene un diagnóstico”, denunció Suyapa Figueroa, presidenta del CMH.
Murillo, a quien sus conocidos también llamaban “Docky”, falleció en el Hospital Leonardo Martínez, “en cuestión de tres días”, recordó Carlos Umaña, presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula.
Los galenos aún lloraban su partida, cuando el 21 de abril se confirmó el deceso del psiquiatra Jesús Américo Reyes Ticas, quien falleció en un hospital de Miami, Florida, en Estados Unidos.
Estas fueron las únicas muertes registradas en los primeros dos meses de la pandemia, pues el resto de médicos murieron entre junio y los primeros 14 días de julio.
Por ejemplo, el registro del CMH señala que el doctor Alexis Javier Reyes y el pediatra Nasry Kamal Handal fallecieron el pasado 19 de junio de 2020 por sospecha de covid. Días antes, se había conocido del deceso de la doctora Glenda Yamile Mejía Petit.
A partir del 21 de junio, el CMH registró al menos una muerte diaria o cada dos días, pero también hubo ocasiones como el fin de semana anterior, que fallecieron los médicos Jamil Maradiaga y Saúl Mayorquín; también las enfermeras Vilma Merlo, María Emérita Carrasco y la auxiliar de laboratorio Elena Flores, quienes murieron con apenas horas de diferencia.
“Hubo cinco muertes del personal de la salud. Fue funesto, igual que el anterior que murieron dos doctoras. Como que los fines de semana han sido los más trágicos en ese sentido”, lamentó Umaña, quien minutos más tarde compartió imágenes de dos galenos más que lastimosamente también habían fallecido a causa del virus.
Hasta la semana epidemiológica 27, es decir del 28 de junio al 4 de julio, la Secretaría de Salud solamente registró 12 fallecidos por la enfermedad. Esta cifra incluye a los médicos, enfermeras auxiliares, licenciadas en enfermería y especialistas de las demás áreas que murieron por el virus o sospecha del mismo.Pero esos 12 casos apenas suman el total de enfermeras auxiliares que fallecieron en el país hasta la noche del lunes, según el reporte de la ANEAH.
“Nosotros llevamos 12 enfermeras (fallecidas) con la que se enterró hoy (el lunes). Las autoridades no dan el dato de los que fallecen; generalmente les cuesta dar el dato de los infectados”, afirmó Josué Orellana, presidente de la ANEAH.
Orellana explicó que aunque son 12, ellos solo han hecho público el fallecimiento de cinco, porque los familiares de los demás les pidieron no revelar la identidad de las víctimas.
Se trata de las enfermeras Alejandrina Tejeda, Irma Rinel Rodríguez, Vicenta Cardoza de Portillo, Juana Laínez y María Emérita Carrasco. Todas fallecieron en Tegucigalpa, capital de Honduras, y San Pedro Sula, la ciudad industrial.
“Nosotros solo la semana anterior tuvimos tres fallecidos. Estas no son solo cifras, no lo hacemos por ir contando los muertos, hay que crear conciencia en la población, en las mismas autoridades para que nos den el equipo de protección”, pidió Orellana.
Los nombres de las enfermeras, médicos y demás personal fallecidos hasta la fecha se han escrito con dolor en páginas de Facebook, Twitter e incluso en este rotativo, pues fueron personas que estuvieron al frente en la batalla contra un virus silencioso que no les dio tregua.
EL HERALDO intentó comunicarse con el Colegio de Profesionales de Enfermería de Honduras para conocer si ellos tenían un registro del personal infectado o que había fallecido a causa del virus, pero no respondieron a las llamadas.
A través del monitoreo de medios se conoció que la licenciada Dinora Pineda, quien era muy conocida en El Progreso Yoro, perdió la batalla contra el virus el pasado 20 de junio. Mientras que Vilma Merlo, originaria de Choluteca, al sur de Honduras, falleció el 11 de julio, el mismo día que murieron otros cuatro trabajadores de la salud.
A la lista también se suma la muerte del técnico en laboratorio Elena Flores y del microbiólogo Julio César Licona.
Incongruencias en las cifras
La Secretaría de Salud publicó el pasado 8 de de julio el último boletín con cifras del personal de salud infectado por covid-19, pero dos días más tarde lo actualizó y dos días después lo modificó nuevamente.En la primera publicación, Salud informó que 1,648 médicos, enfermeras y demás trabajadores sanitarios se habían contagiado, al menos hasta el 4 de julio.
Esta cifra no coincide con la actualizada el 10 y 12 de julio, donde menciona que el total de infectados es de 2,427.
Los datos fueron modificados en los tres boletines a los que tuvo acceso la Unidad de Datos de EL HERALDO. Al procesar la información de los últimos dos para sacarla en números enteros, este rotativo encontró que la suma de los empleados de Salud con el virus no coincide con los 2,427.
Uno de los casos es el de los enfermeros auxiliares (el área de la salud con más contagios). El el boletín del 8 de julio, Salud confirmó que 656 personas estaban infectadas, un dato inferior al registro publicado dos días después cuando afirmó que eran 932.
Josué Orellana afirmó a EL HERALDO que la asociación de enfermeras y enfermeros contabilizaba 792 casos hasta la noche del martes y que la cifra podría superar los 800 con algunos infectados que faltaban confirmar.
En el caso de los médicos generales, el personal contagiado llegaba a 438 (8 de julio) y pasó 619 (10 de julio), según las autoridades, mientras que las licenciadas en enfermería con el virus eran 189 y 70 médicos especialistas, al menos en el último boletín.
Los otros 587 trabajadores de la salud que contrajeron el virus corresponden a técnicos en laboratorio, instrumentistas, técnicos en rayos X, en anestesia, odontólogos, psicólogos, microbiólogos, entre otros.
Pero si sumamos el total de este personal contagiado encontramos que son 2,398 los trabajadores sanitarios que contrajeron el virus y no 2,427. Esto significa una diferencia de 29 casos.
El informe al que tuvo acceso EL HERALDO también muestra que de esos casos, 2,125 estaban activos, 290 se habían recuperado y 12 fallecidos.
De acuerdo con la Suyapa Figueroa, presidenta del CMH, ellos no llevan un registro de infectados ya que “las pruebas confirmatorias, aunque los médicos tengan síntomas, no tenemos acceso, porque el gobierno ha cerrado esa información”.
Figueroa también aseguró que solo en el departamento de medicina interna del Hospital Escuela el 40% de los médicos tienen neumonía u otro problema por el nuevo coronavirus. “Casi la mitad del personal se ha tenido que retirar por covid”, dijo.
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Hasta el lunes, el CMH tenía el registro de ocho galenos que estaban en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por el virus, pero Carlos Umaña dio a conocer que la mañana del martes dos médicos lastimosamente habían fallecido.
Estos casos tampoco aparecen en los 12 decesos confirmados por el gobierno hasta el 4 de julio, una cifra que casi se triplica con los datos a los que tuvo acceso este rotativo y que suman casi 40.
La Unidad de Datos de EL HERALDO también encontró que pese a que son más las enfermeras infectadas, los médicos son los que registran más decesos “porque el médico es el que evalúa al paciente y hace el diagnóstico”, explicó Figueroa.
Falta de equipo
A finales de junio el viceministro de Salud, Nery Cerrato, admitió en entrevista con EL HERALDO que “hemos tenido retos monumentales. Están relacionados con la aplicación de una respuesta inmediata, una planificación esmerada, la dotación de insumos, suministros, equipos de protección personal y recurso humano para la repuesta en las comunidades”.Y estos problemas son precisamente lo que el personal de salud ha venido señalando desde que inició la pandemia el 11 de marzo.
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Incluso, la presidenta del Colegio Médico denunció que muchos de los contagios en los trabajadores de salud se deben a la falta de equipo o mala calidad del mismo.
Esta denuncia fue acompañada por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), que mostró un informe señalando que Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) y la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) habían comprado más 800 mil mascarillas sin la calidad requerida.
'Miles de ellas no están certificadas para proteger del contagio de la pandemia pues filtran el polen, moho y polvo en actividades que se realizan en exteriores', aseguró el CNA.
Aunque las cifras en el último informe de Salud muestran inconsistencias, el alto número de personal contagiado hasta el 4 de julio pone en alarma al país, pues para esa fecha Honduras tenía 22,919 contagiados pero el 10.5% era personal sanitario, algunos de ellos Julio Licona, Dinora Pineda, Denisse Murillo y otra treintena más, quienes murieron trabajando en la primera línea.