El gobierno confirmó en la madrugada del 11 de marzo los primeros dos casos del nuevo coronavirus. Ambos fueron diagnósticos positivos importados del extranjero: una hondureña procedente de España y otra de Suiza.
Desde entonces, la cantidad de enfermos ha venido en ascenso, pero hay que tener un detalle claro en el que coinciden tanto los expertos como las autoridades: la cantidad de casos reales es mucho mayor a la cifra de detectados de manera oficial.
Honduras empezó tardía la carrera para rastrear la mayor cantidad posible de contagiados y establecer cercos, por lo que todo análisis estará sesgado por la escasa aplicación de pruebas para confirmar casos de Covid-19.
En todo caso, la Unidad de Datos de EL HERALDO mantiene una base de datos actualizada con la información suministrada a diario por el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Sinager) en boletines.
Además, el equipo se ha dedicado a contrastar estos datos con los informes epidemiológicos de la Unidad de Vigilancia de la Salud, reportes de las regionales de Salud y las alcaldías, por lo que no coincidirán al 100% con la página oficial del gobierno (Covid-19 Honduras).
Curva del coronavirus. El siguiente gráfico muestra la curva de crecimiento de casos de Honduras en formato lineal, junto con los reportes de muertos. Las líneas grises punteadas permiten analizar cada cuánto se duplican los enfermos en el país.
Las autoridades también manejan que es más fácil establecer cercos epidemiológicos en zonas más rurales. La siguiente tabla muestra la actualización de diagnosticados, muertos y recuperados por el coronavirus en cada departamento.
Mapa. La tabla anterior ya anuncia la concentración de infectados en Cortés, zona norte de Honduras. En efecto, al realizar una vista más detallada de los enfermos por municipio se aprecia el brote que existe en el valle de Sula, sin obviar lo que sucede en la capital de Honduras.
Y sucede algo particular: los primeros casos positivos en Honduras no se reportaron en estos municipios, pero es donde más crecen día a día. Así que en estas zonas las autoridades van en una carrera, en la cual partieron a destiempo, para rastrear la mayor cantidad posible de enfermos.
Municipios más afectados. San Pedro Sula, Distrito Central y Villanueva son los tres municipios más afectados, pero en cada poblado el virus tiene un origen y desarrollo diferente. Absorben m?s de la mitad de los diagnosticados.El primer caso se detectó en la capital, pero ha tenido un crecimiento más lento que en la ciudad industrial y Villanueva. Hay muchos factores que convergen para explicar esas distinciones.
Por ejemplo, en el Distrito Central fue donde se hizo el primer cerco epidemiológico en un barrio para evitar la expansión, además de que concentra una alta burocracia que puede paralizarse con un toque de queda. Tal vez así se explique que su curva se aplana, pero expertos invitan a no confiarse de los primeros reportes.
En Villanueva no se pudo detectar el origen del brote y para San Pedro Sula ser un polo de desarrollo con mucha industria que necesita estar en marcha se volvió un factor en contra, además de su conectividad con municipios aledaños. Es evidente, entonces, una curva más pronunciada.
La siguiente gráfica muestra el crecimiento de casos en cada municipio desde el día que se detectó el primer caso.
Casos nuevos. La enfermedad lleva el comportamiento que alertaron los epidemiólogos: los muy pocos casos diarios de los primeros días se vuelven, transcurridas algunas semanas, en reportes elevados.
Sin embargo, el crecimiento no ha sido tan exponencial como en otros países. Un factor a tomar en cuenta es que Honduras empezó una cuarentena temprana -desde el 16 de marzo, con apenas seis casos-, a diferencia de naciones europeas.
Sin embargo, tuvo una reacción tardía en cuanto a adquirir pruebas para detectar casos, lo que también provoca que únicamente seleccione a personas que presentan síntomas y deja por alto a los asintomáticos -quienes pueden propagar el virus-.
Hospitalizados. La pandemia se vuelve peligrosa por el alto número de contagiados que terminan en los hospitales en un período corto de tiempo y colapsan el sistema sanitario de un país.
En ese sentido, los gobiernos piden aplicar el distanciamiento social para evitar ese alto número de infectados, pero la estrategia solo sirve mediante un control riguroso y la obediencia de la población. La táctica de Honduras choca con una débil economía que pone a miles de hondureños en condición de hambre por vivir del día a día.
En todo caso, las autoridades deben habilitar un alto número de camas para estos pacientes.
Hay otro dato a poner en la mesa: aquellos quienes van a cuidados intensivos. Y Honduras tiene el problema que no disponía de muchos ventiladores mecánicos -indispensables para el cuidado- para atender a tantos casos en situación crítica.
Activos, recuperados y muertos. Un país empieza a superar la crisis sanitaria cuando la cantidad de recuperados supera la cifra de casos activos. En pocas palabras, hay un alto número de personas que vencieron la enfermedad y no la pueden transmitir, lo que poco a poco cercará el paso a su transmisión.
No obtante, el país debe tratar que se reporte la menor cantidad posible de decesos durante esa transición.
Sin embargo, la tasa de letalidad se disparó al llegar a Europa. España e Italia registraban reportes por arriba del 8%. Nuevamente, en este punto convergen varios factores.
Se ha comprobado, en ciertos casos, que mientras más casos detecte un país más baja su tasa de letalidad, puesto que el número de diagnosticados sube mientras desciende ese porcentaje de mortalidad.
Honduras empezó a registrar a finales de marzo una tasa de letalidad alta. Debido a lo cambiante de esta relación día a día, la siguiente visualización muestra la letalidad diaria y también una letalidad promediada de los últimos cinco días para mostrar una tendencia. Lo único que confirma el gráfico es que el país registra una letalidad asimétrica y atípica a falta de testeos.
Para establecer una comparación cercana, Panamá había aplicado 390 testeos por cada cien mil habitantes a la primera quincena de abril, mientras que Costa Rica llevaba 185 evaluaciones. Honduras apenas registraba una relación de 25 pruebas por el mismo número de habitantes.
Así que habilitamos la siguiente gráfica para mostrar el avance del país en la aplicación de estas pruebas. Las barras visualizan los testeos diarios, mientras que la línea el promedio por cada cien mil habitantes.