Ya son más de1,600 los médicos, enfermeras y demás trabajadores sanitarios que han dado positivo a la enfermedad y algunos lastimosamente perdieron la batalla.
Hasta la semana epidemiológica 16 (del 28 de junio al 4 de julio), Honduras sumaba 1,648 trabajadores sanitarios infectados, sin embargo, expertos aseguran que hasta la fecha la cifra ya sobrepasó los 1,800.
La Unidad de Datos de EL HERALDO tuvo acceso al último informe de la Secretaría de Salud que muestra un aumento del 35% desde el pasado 21 de junio, cuando había 1,221 médicos, especialistas y sobre todo enfermeras contagiadas por la enfermedad.
La información también incluye datos sobre técnicos en laboratorio, microbiólogos, odontólogos, psicólogos, técnicos en rayos X y empleados de otras áreas.
EL HERALDO le consultó a Karla Pavón, jefa de epidemiología de la Secretaría de Salud, sobre estas alarmantes cifras, pero solo se limitó a decir que hasta el 4 de julio era “2,427 el personal de la salud contagiado, hasta la semana epidemiológica 27 y de covid la semana 16”.
Para ese mismo día, Honduras ya sumaba 22,919 casos de la enfermedad, es decir que de ese número el 7.2% correspondía a trabajadores de la salud.
La Unidad de Datos de EL HERALDO analizó el número de infectados según la profesión y encontró que de cada 10 empleados de los hospitales, cuatro eran enfermeras o enfermeros auxiliares y tres eran médicos generales.
“En este momento ya tenemos más de 700 las enfermeras y enfermeros contagiados por covid-19, tenemos nueve fallecidos con el que murió esta tarde (el lunes), alrededor de 12 compañeros hospitalizados y dos están graves”, indicó Josué Orellana, presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEAH).
Estas cifras no coinciden con las facilitadas en el último boletín de la Secretaría de Salud, que menciona que hasta el 4 de julio había 656 enfermeras auxiliares contagiadas. Además, señala que son 438 los médicos infectados, 133 licenciadas en enfermería y 63 médicos especialistas.
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Sobre el personal que no corresponde a médicos y enfermeras, que también está en la primera línea, 81 son técnicos en laboratorio, 36 son técnicos instrumentistas, 41 odontólogos, 48 microbiólogos, 35 psicólogos y 31 son técnicos en rayos X y anestesia.
El reporte también incluye a 49 trabajadores de otras áreas de la salud y 37 médicos y enfermeras que realizan su servicio social.
Salud actualiza la información cada dos semanas, pues en el último mes ha presentado tres informes: uno el 7 de junio, cuando había 583 médicos, enfermeras y demás personal infectado; el segundo fue el 21 de junio (1,221) y el último reporte facilitado a EL HERALDO es del 4 de julio, con 1,648 casos. Es decir que, en un mes casi se ha triplicado el contagio entre el personal de salud.
Según Orellana, si la situación con los trabajadores sigue de esta forma, las atenciones en los hospitales de Honduras se verán limitadas y no podrán cubrir en su totalidad la necesidad que tiene la población.
Esta opinión también fue compartida por Suyapa Figueroa, presidenta del Colegio Médico de Honduras, quien denunció en una conferencia de prensa que un solo médico especialista atiende hasta a 80 pacientes que llegan a las carpas instaladas para covid-19.
“Los médicos del hospital no pueden con la carga de trabajo, hay un médico especialista para atender a todos los pacientes de la carpa y en la carpa todos los días amanecen mínimo 55 pacientes y pueden llegar a haber 80”, denunció.
En junio, el gobierno benefició a más de tres mil trabajadores de la salud que estaban contratados de forma temporal para que obtuvieran su contrato permanente, pero los expertos aseguran que no es suficiente ya que sin que hubiese una crisis por la epidemia, una sola enfermera atendía entre 40 y 60 pacientes en la sala de emergencias.
Además, debido al contagio de sus compañeros, muchos se ven en la obligación de doblar turnos o mueven a trabajadores de otras áreas para poder solventar la demanda en los centros asistenciales.
La semana anterior, César Enríquez, jefe de emergencias del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), también denunció el colapso en los hospitales del país, al punto que muchos de los infectados son atendidos sentados en sillas, en colchonetas y hasta en el suelo.
Equipo limitado y de mala calidad
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) denunció el lunes que Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) y la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) habían comprado más 800 mil mascarillas sin la calidad requerida, lo que también contribuyó al contagio del personal de salud.A través del informe la 'corrupción en tiempos del covid', el CNA alertó sobre la calidad del equipo adquirido por ambas instituciones, pues 'miles de ellas no están certificadas para proteger del contagio de la pandemia pues filtran el polen, moho y polvo en actividades que se realizan en exteriores'.
La presidenta del Colegio Médico también se refirió al tema y denunció que no solo se trata de equipo que no es certificado, sino que muchas veces les toca trabajar sin ninguna protección.
“Lamentamos la muerte de 15 médicos y muchos más compañeros de salud, quienes no recibieron a tiempo y adecuadamente la protección de equipo de bioseguridad, conociendo el alto riesgo con que actualmente laboramos los profesionales”, dijo.
Solo en las últimas 72 horas, dos médicos fallecieron a causa de la enfermedad. Se trata del doctor Héctor Baltazar Hernández, quien falleció en el Instituto Hondureño de Seguridad Social de San Pedro Sula y Luis Reyes Jerezano, quien se contagió en cumplimiento de sus obligaciones laborales.
Además, Josué Orellana confirmó el noveno deceso de una enfermera en el país.
El presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras aseguró que las y los enfermeros son los más afectados porque ellos realizan el trabajo directo con los positivos de covid-19 y que el principal problema es que el equipo que tienen es limitado.
“El problema es que a los hospitales llega, por ejemplo hoy, un lote y ese lote dura tres o cuatro días, porque es barbaridad de equipo que se gasta y hay que estar insistiendo”, mencionó.
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Orellana contó que hace unos días en el Mario Catarino Rivas los trabajadores del turno B no subían a las áreas donde atienden a los infectados porque no tenían equipo, pero al llegar inmediatamente se ubicaron en sus puestos de trabajo.
“Va llegando el equipo y lo usamos. Estamos al límite”, puntualizó.
Según el viceministro de Salud, Nery Cerrato, admitió en entrevista con EL HERALDO que “hemos tenido retos monumentales. Están relacionados con la aplicación de una respuesta inmediata, una planificación esmerada, la dotación de insumos, suministros, equipos de protección personal y recurso humano para la repuesta en las comunidades”.
La lucha por conseguir equipo de bioseguridad se ha vuelto para las autoridades una tarea cada vez más difícil, pero el principal problema es que el covid-19 avanza de forma acelerada y no cede, al punto que los trabajadores de la salud, los únicos que luchan día a día por salvar vidas, también se han contagiado en la primera línea.