Tegucigalpa, Honduras.- La corrupción es uno de los peores flagelos a los que se enfrenta Honduras, a criterio de Rashid Mejía, el joven que busca una candidatura a diputado a través del movimiento liberal “Vamos, Honduras” de Salvador Nasralla.
Conocido por su postura firme de oposición en gobiernos anteriores y el actual, en “Hablemos de Política” aseguró que el cambio solo se logrará desde el otro lado de la moneda, “con acciones”.
Regular la reelección de los diputados y promover leyes contra el nepotismo son dos de las principales propuestas que el joven planea llevar a cabo desde un curul del Congreso Nacional.
¿Qué fue lo que realmente le impulsó a involucrarse en la política y dar el salto de las denuncias en redes a la precandidatura?
Participar en política da temor a mucha gente debido a la percepción de que la política es corrupta, y que por estar involucrado en ella, uno también se vuelve corrupto. Desde el primer momento en que una persona decide participar en política, es cuestionada y se le dice: “¿quieres ir a robar?”. Pero yo me pregunto, ¿vamos a dejar que los políticos de siempre sigan en el poder mientras los buenos no participen por miedo a lo que dirán? Los buenos, y sobre todo los jóvenes, estamos llamados a participar. Si no quitamos la manzana podrida, el resto se seguirá pudriendo.
He estado cinco años desde la sociedad civil, formulando propuestas de proyectos de ley. Cuando vi que desde allí se hacía un trabajo importante, me di cuenta de que lo más relevante es estar dentro de la política, participando directamente en el Congreso Nacional. Es dentro de un puesto que se puede generar un cambio; si no participamos, no estamos en nada. Tenemos que sacar esa podredumbre.
Fundo el movimiento “Una sola voz por Honduras” en 2020. ¿Cuál era el fin de este movimiento? ¿Cómo ha evolucionado desde entonces y qué impacto cree que ha tenido en la ciudadanía?
“Una sola voz por Honduras” quedará en manos de los jóvenes, quienes han estado involucrados desde el inicio. Desde el Congreso, lo que voy a hacer es cultivar la lucha contra la corrupción. De mí pueden esperar que siga impulsando líneas de investigación, denuncias y propuestas para evitar que la corrupción sea una realidad en el país. Necesitamos mejorar el clima de seguridad en Honduras, por el amor a Dios. Las mujeres no pueden seguir caminando por las calles sintiendo que pueden perder la vida en cualquier momento.
Algunos lo critican porque dicen que solo cuestiona al actual gobierno y que no fue tan crítico con el anterior. ¿Cómo responde a esas acusaciones?
Fundé la organización “Una sola voz por Honduras” durante el gobierno anterior. Imagínate, si la hubiera creado ahora, habrían dicho que estoy siendo financiado por los cachurecos. Hay muchas falacias. No entiendo por qué se enojan tanto porque denuncie la corrupción actual, cuando antes era una bandera del partido Libre y ahora ya no les duele Honduras. No era dolor cuando estaba siendo opositor; era envidia.
En varias ocasiones ha dicho que lucha contra el nepotismo y la corrupción. ¿Cómo piensa combatirlos desde el Congreso? ¿Cuáles serán sus primeras acciones si resulta electo?
Nunca antes había existido tanta concentración de poder en una sola familia. Actualmente, hay estructuras criminales controlando el poder. No existe una ley que lo sancione, aunque sí hay un código de ética. Desde el Congreso, voy a impulsar una ley antinepotismo que contemple penas de cárcel. Este tipo de actos debe ser castigado de manera drástica. No podemos permitir que familiares cobren sueldos a costa del pueblo. Honduras no puede ser manejada como una finca privada.
En sus propuestas ha hablado de regular la reelección de los diputados. ¿Cómo piensa lograrlo y, a su criterio, cuántas veces es correcto que se reelija un parlamentario?
Esta es una propuesta importante que voy a trabajar, porque, al final, los diputados se convierten en parásitos del Estado. Solo están ahí cobrando un sueldo, drenando millones de lempiras sin hacer nada. Aquellos que no han trabajado, que no asisten a las sesiones y no presentan proyectos, no deben ser reelectos. Deben ser evaluados en función de los resultados. Si la ley que voy a impulsar se convierte en realidad, todos los diputados tendrán que trabajar.