FILADELFIA, ESTADOS UNIDOS.- Unos 300 manifestantes propalestina marcharon este martes en los alrededores del Centro Nacional de la Constitución de Filadelfia, donde se celebra esta noche el primer debate presidencial que enfrenta a Kamala Harris y Donald Trump.
Portando carteles de protesta y banderas de Palestina, los manifestantes mostraron su furia contra el republicano, llamándolo “GenoTrump”, y la demócrata, a quien calificaron “la impostora que sigue apoyando plenamente a Israel”, que se enfrentarán por la presidencia de Estados Unidos el próximo 5 de noviembre.
La marcha se celebró esta tarde y fue convocada por varias organizaciones propalestinas que quisieron estar presentes en la gran cita electoral, en la que ambos candidatos se verán las caras por primera vez en el debate organizado por ABC News en Filadelfia (Pensilvania).
“El genocidio y la ocupación ha durado por 75 años y presidente tras presidente de Estados Unidos pagó por ello”, apuntó por megafonía una de las portavoces organizadoras, ante un público que demandó el fin de la ocupación israelí de territorio palestino, así como el alto al fuego inmediato en Gaza.
Harris fue una de las más atacadas pues, apuntaron los manifestantes, aunque esté intentando marcar la diferencia con Joe Biden es “más de lo mismo”, dijeron.
“El pueblo palestino y los miles de muertos no significan nada para ella. Sigue en el punto de que Israel tiene el derecho de defenderse a sí mismo”, afirmaron sobre unas elecciones el las que se habla de elegir “al menos malo de dos demonios”.
El gobierno demócrata ha mostrado un firme apoyo a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza invocando el derecho de Israel a defenderse, aunque con el paso del tiempo ha protagonizado roces con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por el elevado número de bajas civiles y el bloqueo a la ayuda humanitaria.
El gobierno demócrata ha mostrado un firme apoyo a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza invocando el derecho de Israel a defenderse, aunque con el paso del tiempo ha protagonizado roces con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por el elevado número de bajas civiles y el bloqueo a la ayuda humanitaria.