Por primera vez, y debido a la próxima instalación de los lectores de huellas, el RNP mandó al ente rector de las elecciones generales la base completa que incluye nombre, número de identidad, domicilio, fotografía y ocho huellas biométricas.
Hay preocupación entre algunos sectores de que si esa base se filtra al público se pondría en peligro la seguridad de los ciudadanos.
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“Mi obligación es entregarla al CNE, pero el CNE tiene que asegurarse de que la información que le entregamos la tiene que proteger y cuidar”, dijo a EL HERALDO Roberto Brevé, titular del RNP.
“Nuestra obligación”, añadió, “es entregársela a ellos y tienen que tomar las medidas de seguridad para que esa base de datos no tenga riesgos”.
Constitucionalmente, el RNP no le puede negar información a entes de seguridad nacional como la Policía y al Ministerio Público, para efectos de investigación, y al CNE para fines electorales.
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Sin embargo, es responsabilidad de estas instituciones proteger la información de cada hondureño.
Porque “nosotros protegemos la base de datos cuando está en nuestro poder, pero cuando la entregamos a la Policía, al Ministerio Público, ya cae en resguardo de ellos y deben asegurar que la base no tenga riesgo”, insistió Brevé.
La base de datos incluye información individualizada de 5.2 millones de hondureños que serán incorporados al censo.
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