Tegucigalpa, Honduras
Por desavenencias y otros intereses abandonaron los partidos políticos donde resultaron electos se les dio espacio en una bancada diferente dentro de la cámara legislativa, pero no volvieron a ser favorecidos en las urnas con la voluntad popular.
Se trata de congresistas desertores que en las últimas legislaturas del actual Congreso Nacional se sumaron a las filas de otras organizaciones sin lograr concretar su aspiración a la reelección en las pasadas votaciones generales.
Los primeros legisladores que decidieron cambiarse de instituto fueron de Libertad y Refundación (Libre), quienes por “traicionar las posiciones oficiales de lucha definidas por la Coordinación Nacional” se les desconoció su militancia, conforme a resolución del Tribunal de Honor de esta organización política.
El primer diputado en ser expulsado de Libre fue Eduardo Coto Barnica, por respaldar con su voto a la Junta Directiva provisional y fue calificado como traidor a inicios del actual Congreso.
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Más expulsados
Por haber votado en contra de una iniciativa para que el partido de izquierda contara con un magistrado en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), también fueron expulsados más tarde los parlamentarios Omar Rodríguez, Yenny Murillo, Héctor Padilla, al igual que Tatiana Canales.
El 1 de agosto del 2016 quedó ratificada la resolución del Tribunal de Honor de Libre de no reconocer a 14 diputados, sumándose Audelia Rodríguez, Milton Videa Valladares, José Roney Bautista, así como Lidia Zulema Guardado. Aunque los congresistas Esdras Amado López y Dennys Sánchez fueron incluidos en ese listado, no se destituyeron como los primeros.
Estos apoyaron la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Coto Barnica, Rodríguez y Padilla conformaron la bancada del partido Va Movimiento Solidario (Vamos) bajo la coordinación del diputado Augusto Cruz Asensio, quien abandonó a la Democracia Cristiana (DC) por diferencias con dirigentes de esta institución.
Mientras que otros disidentes de Libre decidieron crear su propia bancada independiente, sin embargo, más tarde Canales y Sánchez pasaron a ser parte del Partido Liberal.
En el caso de López tuvo la pretensión de crear su propio partido que se denominaría Nueva Ruta y al final solo se postuló en las planillas del Frente Amplio junto a personal que labora en el medio de comunicación televisivo que dirige.
A ninguno de estos legisladores desleales de Libre que fueron a parar a Vamos o al PL les alcanzaron las marcas en los comicios del 26-N para volver a ocupar una curul u otros cargos de elección popular.
Los tránsfugas
Desde el 2016 y a raíz del cisma en el Partido Anticorrupción (Pac) comenzó el transfuguismo en esa institución, fenómeno que le fue restando diputados hasta quedar prácticamente con una bancada desmantelada. Con la dirección de Salvador Nasralla, las parlamentarias Ana Joselina Fortín y Kritza Pérez fueron las primeras en abandonar al partido de la flor de lis.
Ambas féminas votaron en la escogencia de la nueva CSJ, por lo que fueron cuestionadas, así como marginadas de la organización por la que salieron electas.
Pérez se convirtió en liberal y Fortín terminó en el Partido Nacional, fuerza política en la que aspiró de nuevo a una diputación, sin embargo, no fue sujeto de confianza de los simpatizantes cachurecos que no la respaldaron con sus sufragios.
Una vez que Nasralla perdió el control del Pac y este pasó a manos de la diputada Marlene Alvarenga, los hombres y mujeres cercanas al presentador de televisión decidieron renunciar y formar parte de la bancada del Partido Innovación y Unidad (Pinu).
Tal es el caso de los parlamentarios Rafael Virgilio Padilla, Kimberly O’Connor y Josué Perdomo. Todos estos congresistas fueron inscritos como propietarios en las planillas de ese instituto y en sus lugares de origen, pero no corrieron con la misma suerte ni alcanzaron los suficientes votos para adjudicarse una posición.
Ni porque le cedieron una casilla en Cortés por el partido de la insignia rojiblanca, Walter Banegas, exjefe de bancada del Partido Anticorrupción, pudo lograr la reelección y se quedó al margen de su aspiración política.
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