MOSCÚ, RUSIA
Neymar y Coutinho, el 10 y el 11, socios desde las inferiores de la Canarinha, no pierden oportunidad para sellar su alianza de calidad en el campo, como este miércoles en la calurosa noche moscovita en la que Brasil batió 2-0 a Serbia y avanzó a octavos del Mundial.
Decisivo abriendo el marcador ante Suiza (1-1) y Costa Rica (2-0), en esta ocasión Coutinho fue el encargado de servir un espectacular balón al hueco desde el centro del campo para que Paulinho abriera el marcador (36). La 'conexión Barcelona' de la Canarinha abrió el camino.
Situado en el vértice más adelantado de un triángulo de centrocampistas que incluía al propio Paulinho y a Casemiro, el ancla del equipo, Coutinho está en una posición ideal para desplegar su magia.
Encuentra habitualmente a Neymar en la izquierda, con el que montó un festival de tacones en el minuto 10. Antes (2) la estrella del París Saint-Germain había montado un eslalon que el jugador del Barcelona no fue capaz de definir al toparse con un defensa.
La calidad de ambos futbolistas desbarataba la defensa serbia, incapaz de encontrar un remedio a la rapidez de sus movimientos y combinaciones.
Ya en el minuto 57, con Brasil agazapado durante los mejores minutos de Serbia, Willian lanzó un contraataque que condujo Coutinho y a Neymar se le hizo el arco demasiado pequeño.
Fue una constante. El jugador del París Saint-Germain recuperó la alegría de su fútbol y fue el gran líder de la delantera brasileña, pero no estuvo acertado de cara al gol.
- Quiero y no puedo ante Stojkovic -
A diferencias de partidos anteriores, se mostró desequilibrante, con un fútbol estético pero preciso, sin las florituras innecesarias que en ocasiones le hacen recibir un gran número de faltas.
Con los mejores minutos de Serbia, la afición brasileña se había quedado callada, recordando que el Mundial se ha convertido en una caja de sorpresas.
Neymar pidió con los brazos que volviera la fiesta. Subieron los decibelios de manera automática y entonces sacó un córner que puso en la cabeza de Thiago Silva, letal al primer palo (68).
Tras la 'conexión Barcelona' del primer gol, la sentencia la firmó la 'conexión PSG', que además sirvió para que ambos futbolistas, muy cercanos, hicieran las paces, después de que el central hubiera desvelado que le molestaron los insultos que recibió de Neymar ante Costa Rica por haber devuelto un balón.
Con el trabajo hecho, el seleccionador brasileño Tite retiró a Coutinho (78), su jugador más inspirado en esta primera fase del Mundial.
Neymar, en busca del ritmo y de la confianza de cara al gol, convirtió la recta final del partido en un quiero y no puedo ante el arquero Vladimir Stojkovic, especialmente acertado cuando era el 10 el que se acercaba al área.
Tras el pitido final, Neymar mostró una gran sonrisa y envió besos a las gradas, en las antípodas de las lágrimas que derramó tras vencer in extremis a Costa Rica y que han provocado ríos de tinta en los últimos días.
Ahora Neymar tendrá otra oportunidad de marcar el lunes en Samara, donde espera México en los octavos de final.
Neymar y Coutinho, el 10 y el 11, socios desde las inferiores de la Canarinha, no pierden oportunidad para sellar su alianza de calidad en el campo, como este miércoles en la calurosa noche moscovita en la que Brasil batió 2-0 a Serbia y avanzó a octavos del Mundial.
Decisivo abriendo el marcador ante Suiza (1-1) y Costa Rica (2-0), en esta ocasión Coutinho fue el encargado de servir un espectacular balón al hueco desde el centro del campo para que Paulinho abriera el marcador (36). La 'conexión Barcelona' de la Canarinha abrió el camino.
Situado en el vértice más adelantado de un triángulo de centrocampistas que incluía al propio Paulinho y a Casemiro, el ancla del equipo, Coutinho está en una posición ideal para desplegar su magia.
Encuentra habitualmente a Neymar en la izquierda, con el que montó un festival de tacones en el minuto 10. Antes (2) la estrella del París Saint-Germain había montado un eslalon que el jugador del Barcelona no fue capaz de definir al toparse con un defensa.
La calidad de ambos futbolistas desbarataba la defensa serbia, incapaz de encontrar un remedio a la rapidez de sus movimientos y combinaciones.
Ya en el minuto 57, con Brasil agazapado durante los mejores minutos de Serbia, Willian lanzó un contraataque que condujo Coutinho y a Neymar se le hizo el arco demasiado pequeño.
Fue una constante. El jugador del París Saint-Germain recuperó la alegría de su fútbol y fue el gran líder de la delantera brasileña, pero no estuvo acertado de cara al gol.
- Quiero y no puedo ante Stojkovic -
A diferencias de partidos anteriores, se mostró desequilibrante, con un fútbol estético pero preciso, sin las florituras innecesarias que en ocasiones le hacen recibir un gran número de faltas.
Con los mejores minutos de Serbia, la afición brasileña se había quedado callada, recordando que el Mundial se ha convertido en una caja de sorpresas.
Neymar pidió con los brazos que volviera la fiesta. Subieron los decibelios de manera automática y entonces sacó un córner que puso en la cabeza de Thiago Silva, letal al primer palo (68).
Tras la 'conexión Barcelona' del primer gol, la sentencia la firmó la 'conexión PSG', que además sirvió para que ambos futbolistas, muy cercanos, hicieran las paces, después de que el central hubiera desvelado que le molestaron los insultos que recibió de Neymar ante Costa Rica por haber devuelto un balón.
Con el trabajo hecho, el seleccionador brasileño Tite retiró a Coutinho (78), su jugador más inspirado en esta primera fase del Mundial.
Neymar, en busca del ritmo y de la confianza de cara al gol, convirtió la recta final del partido en un quiero y no puedo ante el arquero Vladimir Stojkovic, especialmente acertado cuando era el 10 el que se acercaba al área.
Tras el pitido final, Neymar mostró una gran sonrisa y envió besos a las gradas, en las antípodas de las lágrimas que derramó tras vencer in extremis a Costa Rica y que han provocado ríos de tinta en los últimos días.
Ahora Neymar tendrá otra oportunidad de marcar el lunes en Samara, donde espera México en los octavos de final.