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Consejos de cómo preparar a los niños ante su primer día de clases

Comprenda que todos los niños reaccionan distinto a cada emoción. Su hijo puede estar feliz o triste sin razón aparente. En cualquiera de los dos casos entiéndalo, no lo regañe.
14.01.2016

Tegucigalpa, Honduras

El primer día de clases suele ser bastante estresante para los niños. Comenzarán un nuevo año, con un nuevo docente y tal vez nuevos compañeros. Probablemente estarán un poco ansiosos y nerviosos, porque se pondrán un uniforme nuevo y utilizarán nuevos materiales.

Los padres debemos contener a nuestros hijos en estas situaciones para que estas sean lo más agradables posible, por ello a continuación te dejamos algunos consejos para apoyar al niño en su primer día de escuela.

Se recomienda que la noche antes del gran día el niño sea rodeado de amor, sonrisas por parte de su familia y un banquete de amor, abrazos, besos y mucha tranquilidad; de palabras que le generen confianza, aliento y fuerza para el nuevo reto al que se enfrentará el pequeño de la casa.

En el jardín es donde iniciará su proceso de socialización. Y para que todo salga bien es necesario seguir varias recomendaciones como antesala:

Días antes, visitar con su hijo las instalaciones donde comenzará a estudiar.

Es conveniente que el menor conozca a la que va a ser su profesora. Esto le generará confianza y seguridad.

Prepare a su hijo realizando la rutina que hará desde el primer día de clases: levántelo temprano, báñelo, acompáñelo a desayunar y realice con él varias actividades lúdicas.

Tenga todo preparado para el día definitivo: la lonchera, el uniforme y los útiles escolares.
No permita que a usted se le haga tarde, ponga el despertador.

Los niños se angustian cuando sus padres gritan o tienen que correr porque están pasados de tiempo.

Comprenda que todos los niños reaccionan distinto a cada emoción. Su hijo puede estar feliz o triste sin razón aparente. En cualquiera de los dos casos entiéndalo, no lo regañe.

Tenga siempre presente que su hijo es un ser independiente, que usted no debe ser sobreprotector y que debe permitir que el infante desarrolle sus procesos de formación.