TEGUCIGALPA, HONDURAS.-A medida que se acerca el
Día de la Tierra, el 22 de abril, las alarmas suenan cada vez más fuerte. El desarrollo tecnológico desenfrenado de las últimas décadas ha generado cantidades astronómicas de residuos altamente contaminantes, y raramente reciclados, mientras que la extracción de las materias primas necesarias para producir los bienes que consumimos devora los recursos naturales del planeta. La sobreexplotación de dichos recursos, junto con el uso excesivo de combustibles fósiles y productos químicos, es precisamente lo que ha degradado el aire que respiramos, la tierra y el agua, elementos vitales para nuestra supervivencia.
La actividad humana está en el centro de la cuestión. Si los 4.500 millones de años de existencia de la Tierra se condensaran en 24 horas, la humanidad sólo aparecería a las 23:45, y la revolución industrial dos segundos antes de medianoche. Dos segundos o, dicho de otro modo, el tiempo equivalente a dos latidos del corazón; una fracción de tiempo que ha alcanzado para modificar la superficie del planeta al punto de crear la “gran mancha de basura del pacífico”, un séptimo continente compuesto por más de 80.000 toneladas de residuos plásticos.
Los últimos informes no dejan lugar a dudas sobre el impacto de esta actividad sobre las personas y el planeta. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, un 60% de las poblaciones de especies de vertebrados (peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles) desapareció entre 1970 y 2014, mientras que el agua dulce disponible en el planeta disminuyó en 83 %. La Organización Mundial de la Salud estima que nueve de cada 10 personas en el mundo respiran aire contaminado, un problema que provoca casi siete millones de muertes prematuras al año.
Sin embargo, mujeres y hombres en todo el mundo emprenden iniciativas contra los desechos y la contaminación. Están iniciando movimientos cero-desechos, buscando nuevas alternativas a los plásticos, centrándose en la reforestación, o desarrollando dispositivos de alta y baja tecnología capaces de limpiar nuestros océanos, ríos, tierras y aire. Cada uno de ellos aspira a detener los efectos devastadores de la contaminación y ayudar a proteger la vida en la Tierra.
Todos nosotros podemos y debemos contribuir a estos esfuerzos para hacer de nuestro planeta un lugar habitable de forma sostenible. Es por eso que EL HERALDO se une al Impact Journalism Movement, un movimiento que reúne a medios de comunicación de renombre internacional para ir más allá de los problemas e informar sobre soluciones locales a problemas globales.
La actividad humana está en el centro de la cuestión. Si los 4.500 millones de años de existencia de la Tierra se condensaran en 24 horas, la humanidad sólo aparecería a las 23:45, y la revolución industrial dos segundos antes de medianoche. Dos segundos o, dicho de otro modo, el tiempo equivalente a dos latidos del corazón; una fracción de tiempo que ha alcanzado para modificar la superficie del planeta al punto de crear la “gran mancha de basura del pacífico”, un séptimo continente compuesto por más de 80.000 toneladas de residuos plásticos.
Los últimos informes no dejan lugar a dudas sobre el impacto de esta actividad sobre las personas y el planeta. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, un 60% de las poblaciones de especies de vertebrados (peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles) desapareció entre 1970 y 2014, mientras que el agua dulce disponible en el planeta disminuyó en 83 %. La Organización Mundial de la Salud estima que nueve de cada 10 personas en el mundo respiran aire contaminado, un problema que provoca casi siete millones de muertes prematuras al año.
Sin embargo, mujeres y hombres en todo el mundo emprenden iniciativas contra los desechos y la contaminación. Están iniciando movimientos cero-desechos, buscando nuevas alternativas a los plásticos, centrándose en la reforestación, o desarrollando dispositivos de alta y baja tecnología capaces de limpiar nuestros océanos, ríos, tierras y aire. Cada uno de ellos aspira a detener los efectos devastadores de la contaminación y ayudar a proteger la vida en la Tierra.
Todos nosotros podemos y debemos contribuir a estos esfuerzos para hacer de nuestro planeta un lugar habitable de forma sostenible. Es por eso que EL HERALDO se une al Impact Journalism Movement, un movimiento que reúne a medios de comunicación de renombre internacional para ir más allá de los problemas e informar sobre soluciones locales a problemas globales.
Del 15 al 29 de abril, 18 redacciones trabajan juntas como parte del proyecto editorial Earth Beats (“Latidos de la Tierra”), en colaboración con UNESCO, Jour de la Terre, Impact Hub and CDC Biodiversité. Porque cada latido cuenta, cada historia cuenta, y todo puede cambiar de un segundo a otro.
Christian de Boisredon, fundador de Sparknews, y el equipo de Sparknews