“El casco salvó mi vida”: Alejandro Ramos, sobreviviente de accidente en motocicleta

Tras estar tres meses hospitalizado y superar un largo proceso de rehabilitación, Alejandro nos cuenta su historia de supervivencia tras sufrir un accidente en motocicleta en la capital

Luego de vivir una pesadilla por tres meses, Alejandro logró reponerse y hoy puede contar su historia de supervivencia.

vie 2 de agosto de 2024 a las 0:0

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Era la mañana del 20 de mayo de 2022, y como cada día, Alejandro David Ramos Rivera salió desde su casa rumbo a su centro de trabajo a bordo de una motocicleta impulsada por los sueños y esperanzas de luchar y sacar adelante a su familia.

Aquel día, el joven estudiante de Mercadotecnia cumplía con sus labores diarias sin imaginar que sería el inicio de una pesadilla que duraría tres meses.

En un abrir y cerrar de ojos, Alejandro fue víctima de un accidente que estuvo a punto de costarle la vida.

Desde aquella fecha que terminó marcando su vida, Alejandro luchó por sobrevivir en medio de la adversidad y a pesar de recuperarse de aquel duro momento, aún aqueja algunas secuelas tras haber sufrido por la irresponsabilidad de un imprudente conductor de automóvil.

Todo ocurrió en el bulevar Los Próceres, a la altura de la rotonda ubicada en las cercanías del Hospital San Felipe. Al momento en que Alejandro se disponía a transitar por la vía fue embestido de forma repentina por un individuo que, sin explicación alguna, aceleró su marcha pese a que el motociclista estaba en su derecho de pasada.

“Yo iba cerca de la rotonda que se encuentra dentro de esa área, iba en el carril de en medio y cerca de esa rotonda había una señal de alto y una calle que conecta con esa rotonda. Lo que sucedió fue que una persona hizo el alto y entonces yo digo: ‘está bien, me dejó pasar’ y yo continué con la marcha de la motocicleta. El individuo, cuando me vio cerca, no sé qué sucedió, pero aceleró y fue cuando chocó contra mí”, relató Ramos Rivera a EL HERALDO.

Alejandro reconoció que una de las claves para estar contando su historia dos años después fue haber hecho uso del debido casco, pues este implemento de seguridad salvó su vida evitando que sufriera un fuerte impacto en su cabeza.

“Recuerdo absolutamente todo, desde el momento de cómo sonó el choque, había bastantes vidrios quebrados, sonó bastante el impacto. Yo en ese momento salí volando de la moto aproximadamente unos 10 o 15 metros del área de impacto y en ese momento caí en el pavimento. Lo primero que se quebró el casco, se partió a la mitad, entonces eso fue lo que me salvó en el momento del choque”, recuerda el entrevistado.

$!Este fue el casco que salvó la vida de Alejandro David. El implemento de protección quedó partido a la mitad tras el impacto contra el pavimento. De no haberlo llevado, el choque habría tenido un desenlace fatal.

No obstante, el joven de 21 años de edad sufrió severas fracturas en su cuerpo, lesiones que hasta el día de hoy continúa aquejando a raíz de la gravedad del impacto contra el pavimento.

“Mi primera reacción fue tratar de moverme, pero me di cuenta de que no podía. Cuando caí en el pavimento no sentía ningún tipo de dolor, pero al intentar moverme sentí como una fuerza mayor a la que yo podía hacer y ya después sentí un dolor bastante fuerte”.

“Luego llegaron personas muy amables que estaban en los alrededores o que estaban esperando el transporte. Todos ellos me brindaron socorro, llamaron al 911 y le dieron seguimiento a la persona que me chocó”, detalló.

El conductor se dio a la fuga

A pesar de que Alejandro sufrió un golpe que pudo haberle costado la vida y de que el otro conductor del automóvil claramente cometió una imprudencia al volante, el hombre causante del accidente se dio a la fuga, sin embargo, fue alcanzado por ciudadanos que lo llevaron hasta el lugar del percance.

El joven capitalino mencionó que a pesar de que el conductor del auto tuvo la culpa y la situación llegó a instancias legales, la persona causante del choque se hizo el desentendido de la situación y lamentó su falta de empatía como ser humano.

De igual forma, Ramos Rivera comentó que a pesar de que aún padezca de las secuelas del accidente, el individuo perdió todo contacto con él y su familia.

$!Siendo un claro ejemplo de que nunca hay que bajar los brazos, Alejandro sigue adelante con su empleo y además ha emprendido con su negocio ligado al área de la Mercadotecnia.

“La persona se quitó del contacto totalmente. Realmente en ningún momento mostró el interés de querer ayudar como tal. Desde el momento que se quiso dar a la fuga demostró que realmente no tenía ningún interés”, acotó.

Pesadilla en el hospital

La pesadilla para Alejandro David apenas comenzaba luego de la aparatosa colisión. Si bien el joven fue trasladado de forma inmediata hacia el Hospital Escuela, él narra que pasó 13 días de puro sufrimiento en los que no sabía si volvería a abrazar a su madre y sus hermanos.

“Cuando llegué parecía una alerta roja, de hecho escuché que estaba en código rojo, entonces llegaron más de cuatro o cinco doctores porque los paramédicos que me llevaron en la ambulancia me dijeron que estaba en condiciones muy graves. Lo primero que hicieron fue llevarme a rayos X y vieron una fractura muy importante en la pelvis”, dijo a este rotativo.

La lucha por salvar su vida fue larga: “Estuve 13 días en cuidados intensivos esperando que me hicieran una operación en la pelvis y también en la columna que sufrió una fractura. Los doctores hicieron lo posible para tenerme con vida en cuidados intensivos, se me inyectó bastante tramadol para el dolor y por suerte se me detuvo, por milagro de Dios, una hemorragia interna a raíz de la fractura”.

“Fue horrible, de hecho yo contaba cada hora, cada minuto. Me era imposible dormir, la única forma en que me podía dormir era cuando me inyectaban medicamento para el dolor, eso era como mi momento de relajación”, recordó.

En medio de la angustia y desesperación por ver que no era operado, más los malos tratos por parte de algunas enfermeras, Alejandro pensó que no iba a sobrevivir al infierno provocado por el aparatoso accidente vial.

Su cuerpo a veces no respondía, el dolor estuvo a punto de doblegarlo y estar motivado era algo casi imposible en un ambiente de absoluto sufrimiento y tristeza en el que la muerte andaba rondando en la sala de cuidados intensivos, pero el aliento de su familia, que hizo hasta lo imposible por estar a su lado en el hospital, fue vital para que hoy Alejandro sea un joven lleno de sueños y muchas metas por cumplir.

$!Alejandro David vivió una auténtica pesadilla mientras estuvo ingresado en el Hospital Escuela.

“Yo realmente no pensé que iba a continuar viviendo por ese dolor, pero sí se pudo gracias a Dios”, dijo la víctima del accidente.

Tras una larga espera, en donde era muy difícil encontrar esperanza, Alejandro David pasó a la sala de ortopedia para ser atendido por un neurocirujano. Luego de que sus heridas fueron sanadas, inició un largo proceso de rehabilitación en el que el accidentado tuvo varias dificultades para volver a caminar y sentarse, pero gracias a su alma luchadora pudo sobreponerse.

Hoy en día, Alejandro David continúa sufriendo de algunas secuelas del accidente y utiliza una bota especial para poder mejorar su caminar, debido a que aún tiene dificultades para hacerlo al 100%. Los doctores le han dicho que su uso será de por vida, pero existe una esperanza de que ya no requiera de ella.

“Hay una familia esperando en casa”

Tras haber contado el martirio que vivió en la sala de cuidados intensivos del Hospital Escuela, salir adelante en un largo proceso de rehabilitación y mantener la fe gracias al amor de su familia y su pareja, Alejandro David hoy continúa adelante con sus estudios de Mercadotecnia y además ha emprendido con sus propios negocios personales.

Consciente de que su caso es uno más de miles que han ocurrido en el país, Alejandro llama a los conductores de motocicletas a siempre “manejar a la defensiva”, utilizar todos los implementos de protección y tomar en cuenta que en sus casas hay una familia que los está esperando.

$!Los médicos le indicaron a Alejandro que tendrá que usar esta bota por el resto de su vida a raíz del accidente.

“Yo le comentaría a todos los ‘bikers’ (conductores de motocicleta) o todos los que manejan moto, que siempre deben de manejar a la defensiva, que el cuidado primero debe ser de nosotros debido a que nosotros tenemos todas las de perder independientemente que nosotros llevemos la vía o no. Deben de recordar que hay una familia esperando en casa, que nosotros debemos cuidarnos para poder llegar sanos y salvos y que la prudencia debe ser lo primordial”.

“Todos los elementos de protección al momento de manejar una moto son vitales, de hecho en Tránsito le comentan a uno que eso es lo que puede salvar la vida y es toda la razón, debido a que tener bien preparado los elementos de seguridad, como el casco abrochado con todos los elementos requeridos”, culminó diciendo un Alejandro que con su historia demuestra que obedecer una norma que puede parecer simple o sin importancia, puede ser el factor decisivo entre vivir o morir.

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