Accidente de moto cambió la vida de Daniela: “Una familia nos espera en casa”

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La noche es oscura, fría y lluviosa, característica de noviembre, y las luces de la colonia Alameda apenas se reflejan en el pavimento mojado.

Dentro de todo ese ambiente, cercano a la Navidad, un grupo de amigos se reúne y las risas, las bromas y todo lo que identifica a la juventud se sienten en el aire.

Unos minutos antes de las 10:00, entre toda la bulla, un “¡Andate con cuidado, vos, que ya es tarde!”, resuena entre los cercanos.

Una moto se enciende y acelera de pronto, y al marcarse la vigésima segunda hora del día, todo cambió para Daniela Carías Maradiaga, quien llevaba prisa por ver a su madre y llegar a casa después de una jornada larga y cansada como repartidora de pedidos.

Cerca de la Iglesia La Guadalupe, ubicada en el bulevar Morazán, su moto falló; las llantas se barrieron y, al intentar maniobrar, un manto de oscuridad cayó sobre su cabeza. Pronto perdió el equilibrio y quedó tirada sobre el asfalto mojado.

“En ese instante sentí que me moría y solo pensé en mi familia y en mi madre”, recordó Carías.

Ese 12 de noviembre de 2023, a las 10 de la noche, su rostro quedó empapado de sangre y su diente frontal derecho se quebró, a causa del accidente de moto que tuvo hace 260 días y que por poco le hace perder la vida, siendo una de las 867 víctimas lesionadas, registradas en la base de datos de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), de enero a diciembre del año pasado.

Inmersa en dolor y en los pensamientos de su adiós, pronto un equipo de rescatistas acudió a la escena donde la joven de 24 años estaba tirada en la acera, producto del deslizamiento de la llanta.

“No paraba de sangrar y llegó un momento en el que no sabía si sangraba de la nariz o por la boca, porque escupía mucha sangre. En eso pasó el Cuerpo de Bomberos, me auxiliaron y me contuvieron la hemorragia”, relató la motociclista, mientras señalaba su rostro y las partes afectadas.

Por gracia del Creador, Daniela Carías aún puede contar el hecho que le cambió la vida, porque a pesar de los accidentes, todo puede mejorarse en esta vida.

“Esto me dejó ver los riesgos de trasnocharse. Si voy al trabajo, del trabajo a la casa, sin tomar desvíos, porque ese día que iba para mi casa me desvié con unos amigos, ese día del accidente”, relató.

La entrevistada por EL HERALDO hoy puede aconsejar a todos los expertos o novatos en el manejo del vehículo de dos ruedas: “Conducir un poquito más despacio porque cuando se va muy rápido no hay momento para frenar”.

Conducir una motocicleta no es malo, pero lo que se señala, incluso por los mismos usuarios, es la imprudencia de algunos que van demasiado rápido, olvidando que tienen personas que los esperan en casa.

A estos se suman los conductores de carros, pues, en la calle, en muchas ocasiones, “más del 50%”, según la experiencia de Daniela, son responsables de los accidentes.

“Puedo decir que es un 50/50 de responsabilidad de ambos. A veces nosotros, los motociclistas, tenemos la culpa de ir a más de 100 km/h cuando lo permitido en algunas zonas es 60 o 40; pero los que andan en carro también son una parte del problema”, apuntó la entrevistada.

Además, añadió: “Respetémonos, porque también tenemos una familia que nos espera en casa”.

La experta en el manejo del vehículo de dos ruedas circula más de cuatro horas en este transporte, y dentro de ese tiempo, aseguró que por hora puede tener hasta cinco accidentes si no presta atención a lo que hay en la calle, que puede resumirse en conductores irrespetuosos, calles en mal estado y tragantes destapados.

“Hay lugares en los que no se puede andar, empezando por los que tienen túmulos, alcantarillas destapadas y baches, siento que la Alcaldía no solo debería verlo como un beneficio solo para los motociclistas, sino que para toda la población”, indicó la motociclista.

Daniela Carías también solicitó a las autoridades edilicias crear una vía para los conductores de moto, similar a la que tienen en los países del norte de América (Canadá, Estados Unidos y México) que cuentan con sus propias carreteras para estos usuarios.

A pesar de todo esto, la joven no se desmotiva porque sabe que la moto, más que un lujo, es una oportunidad de sustentar a su familia.

No solo maneja su potente motocicleta, sino que también tiene un mototaxi que utiliza para trabajar en su barrio, donde nació.

“No importa el oficio, lo importante es trabajar, y andar en moto me permite colaborar bastante en mi casa porque a veces necesitan movilizarse a algún lugar y mi familia es numerosa”, comentó la entrevistada.

Daniela aprendió a manejar este transporte de dos ruedas gracias a uno de sus tíos.

“Mi tío Conrado me enseñó a andar en moto a los 13 años. Le dije que quería aprender y él empezó a darme paseos por la colonia para que perdiera el miedo”, recordó Carías.

Y así, durante estos 11 años de manejo, no ha perdido la pasión por su motocicleta. “Es mi medio de transporte y cuando me enfermo me pongo triste porque es mi medio de trabajo, y con él puedo cuidar a las personas que viajan conmigo. Si me dieran a elegir entre un carro y la moto, mil veces la moto”, aseguró.

Con la ayuda de la entrevistada se pudo enumerar unos consejos adicionales para los motociclistas, basados en su experiencia en las calles de Tegucigalpa y Comayagüela.

Esta es la lista de algunos tips para evitar un accidente en moto:

Mantén una velocidad segura: Conduce a una velocidad moderada que te permita reaccionar ante cualquier imprevisto.

Evita distracciones: Mantén la concentración en la carretera y evita el uso del teléfono mientras conduces.

Revisa tu moto regularmente: Asegúrate de que tu moto esté en buenas condiciones, especialmente los frenos y las llantas.

Utiliza equipo de protección: Siempre lleva casco, guantes y ropa adecuada para minimizar las lesiones en caso de accidente.

Sé visible: Usa ropa reflectante y mantén las luces encendidas para ser visto por otros conductores.

Recuerde que, más que un consejo para conducir de la mejor manera, siempre habrá alguien en casa esperando por usted.

Ande con cuidado y sea prudente en la calle para que pueda regresar a visitar a ese ser querido que está pendiente de su llegada.