“Yo les pagué el boleto. Mi hija no quería irse”: Hermanas viajaban a Roatán por el Día del Padre
El paradisíaco centro turístico de Roatán sigue cobrando vidas. Esta vez, las hermanas Angie y Andrea Flores son parte de la lista de las 12 víctimas que murieron tras el accidente aéreo
- 18 de marzo de 2025 a las 15:35

Con la intención de darle un regalo a su padre y arreglar papeleos de graduación, Angie Flores Hernández, de 18 años, y Andrea Abigaíl Flores, de siete años, viajaron para ver a su papá a pocas horas de la gran celebración del Día del Padre.

Aunque la intención de sus hijas era darle un regalo a su padre, resultó ser un recuerdo amargo para él, pues, en su regreso a casa, el avión en el que retornaban sufrió un percance tras despegar del aeropuerto Juan Manuel Gálvez de Roatán, en el departamento de Islas de la Bahía, en la zona insular de Honduras.

Se conoció que 17 personas abordaron la aeronave con destino al Aeropuerto Guillermo Anderson (antes Golosón), en La Ceiba, Atlántida, pero minutos después de despegar, ocurrió la tragedia. Doce personas muertas y cinco sobrevivientes fue el saldo que dejó este suceso.

Horas de trabajo tomó la recuperación de los cuerpos de las víctimas, pues la última de ella se logró rescatar a eso de las 12 del medio día del martes, tras presuntamente quedar atrapada en el avión luego de hundirse.

Antes de esta tragedia, su padre, Johny Flores, recuerda los momentos que vivió con ella. “Estuvimos comiendo, disfrutando ayer, anduvimos en carro. Yo siempre las iba a ver, casi no me visitaban”, comentó.

Flores mencionó que sus hijas solo habían llegado por un día, ya que su hija mayor, Angie, tenía que trabajar este martes, mientras que su hija Andrea tenía que asistir a la escuela.

Sin embargo, nunca pensó que el regreso de sus pequeñas a casa con su madre no pasaría, pues aunque fue él mismo quien las llevó a tomar el vuelo de retorno, no imaginó que esta tragedia ocurriría. “Yo fui a dejarlas al aeropuerto, yo les pagué el boleto y todo, yo llegué a despedirlas ahí”, agregó.

Entre lágrimas y aun esperando que sea una pesadilla el hecho de no volver a ver a sus hijas, Doris Hernández García, la madre de las menores, dijo que su hija mayor también viajó para poder arreglar el papeleo para poder graduarse de la carrera de Administración de Empresas en el Colegio Ebenezer.

“Mi niña tuvo que ir ayer y regresaba el mismo día, pero no volvió. Eran muy alegres, demasiado alegres. Angie era exaltadora de Dios en la iglesia y danzaba en las ceremonias”, agregó su madre.

Flores, quien está a la espera de la entrega del cuerpo de sus hijas, mencionó que el peluche que hallaron a la par de ella yo lo había comprado ahí en Roatán. Andábamos en mi carro, para todos lados las saqué”.