Cuatro días de intensa búsqueda, el trabajo en conjunto de varias fuerzas de seguridad del estado y la presión de una sociedad consternada permitieron la captura de Francisco Oropeza, el autor de la masacre que cobró las vidas de cinco hondureños en Cleveland, Texas, entre ellos, la de un menor de apenas nueve años de edad. A continuación te explicamos cómo se logró dar con su paradero.
Francisco Oropeza, de 38 años de edad, asesinó a los hondureños: José Jonathan Cáceres, de 18 años, Diana Velásquez (22), Obdulia Molina Rivera (29), Sonia Argentina Guzmán (28) y su hijo, Daniel Guzmán (9), la noche del viernes 28 de abril de 2023.
Según los relatos de los sobrevivientes, esa noche Oropeza estaba realizando disparos al aire, por lo que preocupados por su integridad física y porque sus hijos no podían conciliar el sueño a causa de las detonaciones, los hondureños llamaron a la Policía para que acudiera a controlar la situación, pero las autoridades no llegaron a tiempo.
El esposo de Sonia y padre de Daniel, se acercó a su casa para pedirle que no disparara cerca de su propiedad, pues su bebé de dos meses de nacido intentaba dormir. El asesino se negó y minutos después ingresó al hogar de los catrachos y los asesinó.
El hombre, de origen mexicano, huyó tras cometer el crimen múltiple y aunque la Policía -que llegó tiempo después a la escena- allanó su casa y lo buscó en las viviendas vecinas, no pudieron encontrarlo.
Esto desató una incansable búsqueda de cuatro días en toda la comunidad, zonas llenas de vegetación y en estados aledaños, pues se temía que el sujeto huyera fuera de Texas o que escapara hacia México, de donde es originario.
Afortunadamente, este martes 2 de mayo se logró dar con su ubicación, gracias a la llamada de alerta de un ciudadano que lo había visto en una vivienda en Conroe, Montgomery, a unas 50 millas del lugar de la masacre.
Greg Capers, sheriff del condado de San Jacinto, dijo en una masiva conferencia de prensa que “Tengo buenas noticias, el sospechoso está bajo custodia”.
De acuerdo a la revelación de las autoridades, Oropeza fue hallado al interior de una casa y cuando la Policía ingresó, lo halló escondido “en un armario debajo de la ropa”, e ileso.
Junto al sujeto se encontraban varias personas, las cuales estaban siendo investigadas e interrogadas, pues se desconoce el parentesco que tienen con el asesino y las razones por las que le dieron protección.
Las autoridades habían ofrecido una recompensa de 80,000 dólares para quien diera detalles que permitieran su captura y se cree que el dinero será entregado a quien hizo la llamada para reportarlo, aunque por razones de seguridad su nombre no fue dado a conocer.
La llamada que alertó a la Policía se hizo a eso de las 5:15 de la tarde de este martes a las líneas telefónicas del FBI y la captura ocurrió a las 6: 45 p.m.
El sheriff Capers dijo que el mexicano enfrenta cinco cargos de asesinatos y se le impuso una fianza de un millón de dólares, por lo que no podrá librarse de la prisión fácilmente.
“Ahora pueden descansar tranquilos, porque él está tras las rejas y va a pasar la vida entera tras las rejas por matar a esas cinco personas”, agregó el sheriff Capers, aunque indicó que de momento los cargos que enfrenta no son a nivel federal, sino solo interpuestos por el Condado de San Jacinto.