Unas horas después de que se descubrieron los cadáveres de madre e hija, las autoridades policiales encontraron la camioneta negra blindada, Toyota Land Cruiser, placas PDG-3108, propiedad de Alex Berríos, abandonada frente a la iglesia Casa de Dios, en la colonia Loarque, pero el propietario del automotor no habían rastros. El hombre incluso figuró como principal sospechoso de la muerte de madre e hija.