Asunta Basterra desapareció el sábado 21 de septiembre de 2013 y al siguiente día su cuerpo fue encontrado en una cuneta cerca de una parroquia. Sus padres adoptivos, un rico matrimonio español, fueron declarados culpables por su muerte. El caso acabó con la pareja condenada a 18 años prisión. A continuación todos los detalles.
El periodista Alfonso Basterra y la abogada Rosario Porto viajaron en 2001 a China a buscar a su hija, quien en ese entonces tenía nueve meses y se llamaba Yong Fang. Se enamoraron de la bebé, le pusieron de nombre Asunta y volvieron los tres felices a España.
Sus padres estaban dispuestos a brindarle todo lo que le faltaba: amor, buenos colegios, vacaciones y viajes de estudios.
Pronto Asunto demostró su inteligencia cuando cursó con excelencia las clases de francés, inglés, chino, piano, violín y ballet.
Tenía solamente 12 años cuando desapareció el sábado 21 de septiembre de 2013.
Esa misma noche sus dos padres adoptivos acudieron a la comisaría de Santiago de Compostela para denunciar su desaparición.
En la madrugada del domingo 22 de septiembre la menor fue encontrada en una cuneta cerca de la parroquia San Simón Ons de Cacheiras, en la población de Teo.
Su cuerpo fue levantado de la escena por los peritos en homicidios a las 7:00 de la mañana. El cadáver de la menor estaba solo a cinco kilómetros de la casa de campo de su madre Rosario Porto.
La policía no demoró en sospechar de los padres de la menor y tras varios interrogatorios cayeron en contradicciones, ambigüedades, incongruencias y además hablaban de su hija como si estuviera muerta sin todavía darles la noticia.
24 horas después de los interrogatorios la pareja fue detenida. Primero Rosario Porto fue capturada luego de asistir a la incineración del cuerpo de su hija que fue inhumado en un ataúd de cristal. Horas más tarde sucedió lo mismo con el padre, Alfonso Basterra.
El 19 de noviembre de 2013 se reveló que los padres de Asunta tenían un plan macabro: Alfonso iba a ser el responsable de drogar a su hija mientras Rosario se encargaba de asfixiarla.
El juicio contra la pareja comenzó a principios de octubre del año 2015 y duró 23 días. Por el estrado pasaron 84 testigos y 60 peritos. El 30 del mismo mes, por unanimidad, el jurado los declaró culpables. La condena fue a 18 años de prisión.
En el juicio se reveló el testimonio de la psiquiatra que atendió a Rosario en 2009 que declaró lo que ella le había confesado: “Mi hija me chupa la vida, me molesta, ya no tengo ganas de encargarme de ella”.
Además, se encontraron una serie de pruebas, por ejemplo, en la sangre de Asunta había ansiolíticos en una cantidad tóxica. Esto pudo determinarse gracias al cabello de la menor.
Además, unas cuerdas halladas en la casa de campo eran muy similares a las utilizadas para atar el cuerpo de la menor. Ambas tenían un match perfecto en su composición química.
Asunta (o Yong Fang, como se la llamó al nacer) tendría hoy 22 años. Lastimosamente le robaron el futuro en dos oportunidades: cuando fue abandonada en China y cuando fue asesinada en España.