“Es justo que Brasil no esté entre los cuatro mejores equipos de América. No por el partido, que fue horrible por ambos lados, sino por lo que se había construido hasta entonces. Han pasado tres DT’s desde el Mundial, esperó la ‘ilusión de Carlo Ancelotti’ y llegó a Dorival Júnior. Entrenadores completamente diferentes, en personalidad y estilo de juego, demostrando que no hay un proyecto deportivo serio encaminado a la próxima Copa del Mundo”, apuntó Rafael Oliva, cronista del medio deportivo Lance.