Las cámaras del 911 fueron instaladas en el estadio Olímpico, algo que los revoltosos no sabían. Los efectivos de seguridad tenían todo controlado.
En el ingreso y durante el partido todo se llevó en orden. La afición se comportó y fue hasta el final que los portones se abrieron y la barra organizada del Real España invadió el terreno de juego.
Los aficionados de Motagua ubicados en sol sur estuvieron siempre resguardados por la policía. No hubo hechos que lamentar en ese espacio.
Cuando empezó el relajo en graderías, los policías comenzaron a desalojar a la barra del Real España y hubo un sujeto que vio a una agente de espalda y le propinó una patada. La mujer rodó por las gradas, sufriendo golpes fuertes.
La Subinspectora, Denia Michell Contreras, de 23 años, fue la agredida por el inadaptado social que fue perseguido por las cámaras del 911.
La agente policial fue incapacitada por 15 días luego de la agresión que sufrió por parte de un hombre en la final de Honduras.
Tras todo el escándalo suscitado en el estadio Olímpico, el hombre fue seguido por las cámaras del 911.
El sujeto se trasladó en un taxi de San Pedro Sula y anduvo transitando las calles de San Pedro Sula luego del partido.
De hecho, aparece con otros hombres que estaban vestidos con colores de la camiseta del Real España.
También, las cámaras lo identificaron cuando se dirigía a la salida del estadio Olímpico.
El taxi en el que se trasladaba era un auto estilo Toyota, Corolla año 2001.
La Policía Nacional de Honduras ofreció 100 mil lempiras por quien brindara información sobre el sujeto agresor de la Subinspectora.