La celebración azul fue interrumpida por la afición de Real España que ingresó a la cancha del estadio Olímpico de San Pedro Sula justo cuando Motagua festejaba la 18. El caos provocado se extendió hasta en las afueras del recinto deportivo entre la Policía Nacional y los hinchas aurinegros.
Varios aficionados de Real España ingresaron al terreno de juego al finalizar el partido y los jugadores de Motagua salieron huyendo.
EL HERALDO captó los disturbios que se vivieron al terminar el partido.
Los elementos de la Policía Nacional tuvieron que hacer uso de la fuerza para intentar controlar la situación en donde una agente resultó gravemente herida.
Los disturbios se extendieron hasta las afueras del estadio, empañando la gran final del fútbol hondureño.
La Policía Nacional tuvo que hacer uso de los gases lacrimógenos al interior del estadio para controlar la situación.
En las afueras la afición siguió ejecutando los disturbios y varias personas salieron huyendo para evitar el peligro que se vivía.
Aún no hay informe para indicar el origen del conflicto y saber el total de heridos.
La afición de Real España le lanzó piedras a los policías.
Este acto de violencia manchó la final en la que Motagua logró el título 18, retrasando la ceremonia de premiación.
Además, trascendieron varios videos en los que hubo, según cibernautas, fuerza excesiva, de parte de la Policía Nacional.
Luego de varios minutos de incertidumbre, Motagua pudo alzar la copa de campeón de la Liga Nacional.
Los disturbios se originaron en el sector donde estaba ubicada la barra de Real España.
Entre los disturbios se captó a este menor celebrando que su águila es campeona del fútbol hondureño.
Las personas ajenas a los disturbios fueron afectadas por el gas lacrimógeno. Después de varios minutos, la Policía Nacional controló a situación.