El Ciclón y el Aurinegro comparten similitudes, perdieron su ADN y de milagro están en zona de liguilla, aunque no es un factor que les de mucha alegría, pues la Concachampions les avecina. Contra los grandes, en la primera vuelta los sampedranos no dieron el ancho, mientras que contra los del descenso armaron un zafarrancho. Los capitalinos tampoco han sido estrellas, pero ni uno es peor que el otro, porque ambos no saben a lo que juegan.