En un duelo de naciones históricamente enfrentadas, Irán y Estados Unidos se veían las caras en el estadio Al-Thumama en un compromiso en el que estaba en juego el pase a octavos de final.
A pesar de la histórica tensión que existe entre ambas naciones, este par de aficionados dio un gran ejemplo de la unidad que puede generar el fútbol.
Con su pelo pintado con los colores de Estados Unidos, Weston McKenie daba el grito de batalla para el encuentro frente a Irán.
Christian Pulisic tuvo la llave para clasificar a Estados Unidos tras un gran servicio de Sergiño Dest.
El 10 estadounidense quedó fuertemente lesionado en la jugada del gol y tuvo que ser sustituido por Brenden Aronson.
Las mujeres iraníes, en medio de un contexto por la lucha de sus derechos en la República Islámica, alentaron al combinado persa en Al-Thumama.
Este aficionado estadounidense hizo una invitación a llamar al deporte rey como “soccer”, en lugar de fútbol.
Carlos Queiroz no ocultó su seriedad y tensión en un intenso compromiso.
Estados Unidos reflejó su unión de grupo a lo largo del partido.
Las lesiones fueron el principal villano del encuentro, afectando a ambos equipos.
Los iraníes también sufrieron la dureza del juego ante Estados Unidos.
A pesar de la tensión que existe entre ambos países, los gestos de deportividad estuvieron a la orden del día en el partido.
Matt Turner fue garantía para que Estados Unidos no sucumbiera ante el ataque iraní.
Mehdi Taremi estuvo muy cerca de cambiar la historia en favor de Irán.
Los desesperados jugadores iraníes reclamaban toda acción polémica.
Taremi una vez más generó el terror en la portería estadounidense con un suave remate que de milagro no fue gol.
Al sonar el silbatazo final, desde el banquillo de suplentes saltaron eufóricamente los jugadores estadounidenses.
Los norteamericanos celebraron a lo grande el pase a octavos de final.
Carlos Queiroz se mostró muy dolido por la debacle sufrida este martes.
Mehdi Taremi pidió disculpas a la afición por la derrota ante Estados Unidos.
Queiroz consoló a Taremi tras la dura derrota que sufrieron frente a Estados Unidos.
Los jugadores iraníes se mostraron desconsolados al final del partido.
Taremi y Sargent se dieron un fuerte apretón de manos al final del partido.
El portero Beiranvant lamentó la derrota sufrida ante Estados Unidos.
El público iraní quedó con el corazón partido tras caer frente a Estados Unidos.
Los jugadores iraníes no ocultaron su tristeza por perder el pase a octavos de final.