El París SG, que fue mejor que el Real Madrid durante 150 minutos (los 90 de la ida, que acabó 1-0, y 60 de la vuelta), pagó caro el fallo de su portero, el internacional italiano Gianluigi Donnarumma, cuya indecisión permitió a Karim Benzema robar el balón y marcar el tanto del 1-1 que dio origen a la remontada blanca (minuto 61).