“Dentro de mi imperfección aprendí que no puedo dedicar mi tiempo a lo que fue, sino a transformar mi energía en lo que es y lo que no es. Lo que soñaba y lo que sigo soñando: todos los caminos quiero hacerlos contigo. No me equivoqué de mujer... Sí, eras tú. Sí, eres tú y para siempre serás tú. No hay un solo día, ni un solo momento, ni un solo plan que tú no estés. Rezo todos los días para que llegue el día que pueda verte despertar. Nostalgia es no poder hacerlo ahora. Te amo y te siento”, se podía leer en la carta.