El 2017 lo describe como el año más difícil de su vida, ya que estuvo a punto de dejar el deporte que tanto ama a raíz de un altercado en su comunidad, Limón, Colón, en donde estuvo a punto de perder un ojo. “Al principio era muy difícil que yo volviera a pelear, incluso el doctor me decía que no podía hacerlo, pero por la gracia de Dios pudimos volver a pelear”, relató.