“Lo llevé día a día, traté de hidratarme tanto [como me fue posible]”, destacó. “Pasé las noches con mucha tos, escalofríos y dolor de garganta. Tratamos de mantenerlo lo más en silencio posible. Sabían el cuerpo médico, mi entrenador y mi madre, no queríamos generar pánico”, relató el norteamericano. “