“La zona en que vivimos es bonita, sale mucho la gente a convivir pese al frío, los observamos con mis compañeros venezolanos, colombianos y uruguayos, es bueno saber por dónde uno camina, hemos tratado de averiguar si hay secuelas de la guerra pero no hay rastros de lo que pasó anteriormente”, dijo Norales acerca de su aventura en tierras kosovares.