Tras un intenso juicio, Mitchell fue declarado enfermo mental y no apto para ser juzgado en un tribunal estatal, el captor fue hallado culpable de secuestro y transporte ilegal de un menor a través de los límites estatales en diciembre de 2010. Fue condenado a cadena perpetua, mientras que su esposa Wanda Barzee, fue sentenciada a 15 años en una prisión federal por los mismos delitos. Actualmente Elizabeth se ha convertido en una activista y tiene varios libros contando su historia, así como una serie inspirada en su caso.