Dos policías preventivos y un militar murieron entre la mañana y noche del martes en dos distintos hechos violentos, hasta el momento no hay ningún detenido por estos crímenes
El primer crimen contra miembros de las fuerzas del orden ocurrió la mañana del martes en la comunidad El Chaparral de Danlí, El Paraíso, en el hecho violento murió un miembro de la Dirección de Fuerzas Especiales y un militar.
La primera víctima es Erin Alexander González Zelaya (22), quien era policía preventivo y le pidió jalón en su moto al militar y cuando estaban a bordo ambos fueron tiroteados, de acuerdo al portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Cristian Nolasco.
El miembro de las Fuerzas Armadas era Wilmer Edgardo Centeno Valladares, quien estaba asignado al Primer Batallón de Comunicaciones. “Los cuerpos presentaban seis perforaciones de bala cada uno”, reveló el portavoz.
Wilmer Edgardo Centeno Valladares y Erin Alexander González Zelaya fueron emboscados en plena luz de día por hombres desconocidos que los interceptaron y sin mediar palabras les dispararon hasta provocarles la muerte.
Funcionarios asignados al Departamento de Bienestar Social de la Dirección de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC) brindaron, desde el momento del hecho, toda la asistencia a los familiares del fallecido para proceder a retirar su cadáver de la Morgue Judicial.
Los funcionarios de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC) también acompañaron a la familia para trasladar sus restos mortales hasta Alauca, El Paraíso, donde se desarrolla su velatorio.
En el caso de Erin Alexander González Zelaya actualmente estaba asignado a la Unidad Metropolitana Número 2, (UMEP 2) con sede en el barrio Belén del Distrito Central y tenía dos meses de haber reingresado a la Policía Nacional.
Sus restos fueron retirados este miércoles para ser trasladados a su lugar de origen para recibir cristiana sepultura.
Solo horas después, la noche del miércoles, otro policía hondureño fue asesinado a disparos en el barrio Los Pinos en El Progreso, departamento de Yoro, al norte de Honduras.
La víctima fue identificado como Wilberto Teruel Lemus, de 35 años, quien estaba asignado a la seguridad del edil Alexander López.
De acuerdo a versión preliminar, desconocidos fuertemente armados abatieron a tiros al oficial frente a un negocio de su propiedad. El cuerpo del malogrado hombre quedó tirado en el suelo boca abajo, con varios impactos de bala.
Se conoció que al momento del ataque el agente se encontraba de civil y no se descarta un posible asalto.
El oficial deja un hijo de 4 años y una hija de una relación anterior. “Era una persona buena, amorosa, un excelente padre, que mi hijo jamás lo podrá tener, era un buen ser humano y trabajador, trabajábamos de sol a sol”, expresó su viuda.
“Teníamos planes y metas que ya no se pudieron lograr más”, lamentó entre lágrimas Dania Trochez, quien reveló que ella acababa de irse del negocio cuando ocurrió el crimen que segó la vida de su esposo.