La alemana Bettina Dorfman es una fanática de la muñeca Barbie y actualmente cuenta con la mayor colección de muñecas de casi 18 mil modelos diferentes. Su obsesión por recopilar muñecas diferentes ejemplares empezó hace 30 años, y a pesar de ser muy conocida por su gran su colección, el lanzamiento de “Barbie” le dio un nuevo impulso. Conoce aquí los detalles.
En 1966, Dorfman recibió su primera muñeca cuando solo tenía cinco años, pero fue años después cuando decidió tomarse más en serio lo de convertirse en una coleccionista, y con el tiempo ha logrado casi 18.000 Barbies. Esto la ha llevado a convertir en la fan número 1 de la muñeca de Mattel.
Bettina es amante de las Barbies desde que es muy pequeña: “Ellas son maravillosas para las niñas. Puedes lavar su pelo, cambiarlas de ropa, comprar ropa nueva”. Además de las muñecas cuenta con una amplia variedad de artículos relacionados con ella desde 1960.
La coleccionista no solo acaparó a las Barbies, sino que también las reparó y abrió el único taller de Barbie en Alemania: la Clínica de Barbie. “Reparar una muñeca puede costar desde 10 euros hasta 500 o 600 euros si se trata de un modelo raro”, explicó.
Actualmente en el mundo existen muchos coleccionistas de la muñeca, pero Dorfman ha logrado destacarse apareciendo en el libro de los récords. Hasta la superproducción «Barbie» le dio un pase al reconocimiento.
“Puede haber entre 5.000 y 20.000 visitantes durante las exposiciones, pero con el estreno de la película me dijeron que el interés ha aumentado”, añadió, sin poder dar cifras precisas.
La superproducción fue impulsada por una ola de marketing rosa del grupo de juguetes Mattel, que lanzó la primera muñeca Barbie en 1959.
En la taquilla norteamericana, la película «Barbie» logró el mejor lanzamiento de 2023 con 155 millones de dólares de recaudación durante el fin de semana.
La alemana vive su pasión y ofrece su colección a museos y centros comerciales que las exponen durante varios meses. De este modo, durante nueve años se fue de gira con sus muñecas.
Actualmente, trabaja para el Museo de Muñecas y Juguetes de la ciudad de Ratingen y alquila ejemplares raros de Barbie para diversos eventos, lo que le ha dado aun más público para la visita de su propio museo.
Sin duda alguna, Barbie no tiene límite de edad, ya que para muchas personas, fue un símbolo de su infancia, un sueño que Bettina Dorfman ha logrado cumplir. Ha demostrado su gran amor por Barbie a lo largo del tiempo.