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Elvis Presley, uno de los artistas más influyentes de la historia de la música, habría cumplido 90 años el 8 de enero. Desde su meteórico ascenso a la fama en los años 50 hasta su trágica muerte en 1977, su figura permanece indeleble en la cultura popular.
Más allá de su legado musical, que sigue siendo referente en generaciones de artistas, su vida estuvo marcada por altibajos, luchas personales, adicciones y tragedias, pero también por un amor incondicional hacia su familia.
Elvis Aaron Presley nació el 8 de enero de 1935 en Tupelo, Mississippi, en el seno de una familia humilde. Su hermano gemelo, Jesse Garon Presley, falleció a los 35 minutos de nacer, un hecho que dejó una huella profunda en Elvis. El psicólogo Dr. Peter Whitmer, quien investigó a gemelos, escribió en su libro “Inner Elvis” (1997) que la muerte de Jesse dejó una marca indeleble en Elvis.
La familia Presley atravesó momentos de gran adversidad en sus primeros años debido a la pobreza. En 1938, por ejemplo, perdieron su casa después de que Vernon Presley (1916-1979) fuera condenado por falsificar un cheque de 4 dólares, lo que lo llevó a pasar ocho meses en prisión.
Durante ese tiempo, Elvis y su madre, Gladys Love Presley (1912-1958), se vieron obligados a vivir con familiares.
Aunque Vernon fue un hombre trabajador que luchó por sacar adelante a su familia, su relación con Elvis fue distante debido a las tensiones económicas y su carácter reservado. En contraste, Gladys, su madre, fue una figura protectora y cariñosa, con quien compartió un vínculo muy estrecho.
Tras su prematura muerte en 1958, a los 46 años, tras años de sufrir problemas de salud, Elvis quedó profundamente afectado y nunca se recuperó.
En 1948, a los 13 años, la familia se mudó a Memphis, Tennessee, donde Elvis empezó a forjar su destino. En esta ciudad, clave para el desarrollo del Rock ‘n’ Roll, absorbió influencias musicales como el blues, el gospel y el country. A finales de los 50, descubrió el rockabilly, un género emergente que fusionaba esos estilos y le permitió crear una propuesta sonora revolucionaria.
A lo largo de su carrera, Elvis se consolidó como el “Rey del Rock and Roll”, una figura que desafió las convenciones sociales de la época. Con su inconfundible voz, su presencia en el escenario y su estilo rebelde cautivó a millones de fanáticos. Además de su música, Elvis deslumbró con su energía y su particular forma de moverse, conocida como “el movimiento Elvis”.
En 1954, a los 19 años, firmó su primer contrato discográfico con Sun Records. Sam Phillips, dueño de la discográfica, reconoció el talento único de Elvis y le permitió grabar su primer sencillo, “That’s All Right”, que le abrió las puertas a un mundo nuevo. Fue en 1956, con su firma con RCA y el lanzamiento de “Heartbreak Hotel”, cuando Elvis se convirtió en un fenómeno global, marcando el inicio de su reinado en el “rock ‘n’ roll”.
Canciones como “Hound Dog” (1956) se convirtieron en himnos de rebeldía juvenil, mientras que “Can’t Help Falling in Love” (1961) sigue siendo una de las baladas más románticas. Su capacidad para fusionar géneros como el blues, el gospel y el country con el rock lo convirtió en un pionero de la música moderna, llevando el rock a audiencias internacionales.
La vida personal de Elvis estuvo profundamente influenciada por su relación con Priscilla Beaulieu, a quien conoció en 1959 durante una fiesta en Alemania mientras él servía en el ejército. Priscilla, de solo 14 años en aquel entonces, se convirtió en un pilar en su vida durante los años más turbulentos. La joven se mudó a Graceland, y finalmente se casaron en 1967. Juntos tuvieron una hija, Lisa Marie Presley, nacida en 1968. Aunque su matrimonio terminó en divorcio en 1973, siempre mantuvieron una relación amistosa.
En su autobiografía “Elvis y yo” (1985), Priscilla relató cómo su vínculo con Elvis fue platónico hasta el matrimonio, algo que el cantante prometió al padre de la joven.
Sin embargo, el deseo de independencia de Priscilla chocó con la influencia de Elvis, lo que contribuyó a su separación. En sus propias palabras: “Él me lo enseñó todo: cómo vestirme, cómo caminar, cómo maquillarme y peinarme, cómo comportarme, cómo devolver el amor — a su manera. Con el tiempo, se convirtió en mi padre, mi esposo, y casi en un Dios”.