Con firmeza, decidió cambiar su destino “con la ayuda de Dios”, enfocándose en sus estudios y en lo que más le apasiona. “Desde pequeña, la circunstancia que me envolvía me decía: ¨No lo puedes hacer¨, ¨tu familia es pobre¨, ¨no estás a la moda¨, ¨no eres tan bella como las demás¨. Me puse firme. Renuncié a las opciones que la vida me daba; decidí con la ayuda de Dios que mi futuro no sería como el que todos dictaban”, rememora.