Para su primera y esperada colección al frente de la casa Chloé, la diseñadora Chemena Kamali se sumergió en los looks de los años 1970 de la casa parisina, en torno a los conceptos de “poder” y “libertad” para la mujer.
“Volver a Chloé me pareció muy natural, como un retorno al hogar y un nuevo comienzo”, dijo la diseñadora alemana de 41 años que ya había trabajado para Chloé, primero como becaria y luego bajo la tutela de Phoebe Philo.
Tras la partida de Gabriela Hearst, la diseñadora nacida en Alemania y formada en la Central Saint Martins de Londres fue reclutada por Saint Laurent
El pasado 9 de octubre fue nombrada por la empresa matriz, el conglomerado Richemont.
Para su primera colección, la diseñadora pensó en siluetas que juegan con los contrastes: vaporosas y trajeadas, femeninas y masculinas, muselina y vinilo, rosa empolvado y verde militar, encaje blanco y botas altas negras.
Un look que lo define es un vestido romántico, todo movimiento y fluidez, que escapa de un abrigo de cuero negro muy masculino, rígido y largo hasta los pies.
Hay detalles western en estas apariencias muy parisinas y un cinturón logo de metal que no ciñe mucho pero adorna la silueta.
Chloé, una casa de moda francesa fundada en 1952 por Gaby Aghion, por la que pasó Karl Lagerfeld, que ideó el logo, ha luchado por encontrar o recuperar su ADN, después de las propuestas disruptivas de su última directora.
“Quiero volver a las raíces originales de la casa y construir una Chloé sensual que irradie calidez y positividad”, explicó su sucesora.
La también diseñadora alemana Marie-Christine Statz es una de las más firmes defensoras del minimalismo en la moda, una tendencia inspirada en el movimiento arquitéctonico Bauhaus que deslumbró en su país hace un siglo, y que ella profundiza con su nueva colección en su firma Gauchère.
“Para mi, la moda sigue siendo ‘menos es más’, quiero centrarme en la línea, en las materias, para vestir a una mujer activa, profesional, que al mismo tiempo quiere salir, divertirse”, explicó a AFP.