Por sus problemas de salud, Tina Turner se despidió de la música en 2013, dejando así una prolífica carrera y un lugar importante en la música universal. Tras su obligado descanso y una vida estable en todos los sentidos, la artista fue golpeada por el suicidio de su hijo Craig Turner, en 2018, nacido de su relación con Raymod Hills, saxofonista de la banda Ike & Tina Turner, y que posteriormente fue adoptado por su primer esposo, Ike.