Steely & Clevie Productions está reclamando los derechos de autor por el uso indebido del ‘dembow’, ritmo original sampleado en más de mil 800 canciones por los más famosos del mundo del reggaetón.
La demanda masiva amenaza el futuro del reggaetón y la integridad de gran parte de la música pop. Y es que más de la mitad de la industria musical más relevante de la actualidad, resultaría perjudicada en caso de que los tribunales estadounidenses obedezcan al reclamo legal de Steely & Clevie, el famoso dúo de productores de reggae y dancehall de Jamaica compuesto por Wycliffe Johnson (Steely) y Cleveland Browne (Clevie).
Steely & Clevie fueron figuras clave en la escena musical jamaiquina desde la década de 1980 y se les designa como los fundadores del famoso ritmo dembow, que es la base creativa del reggaetón y está presente en los éxitos actuales.
La manzana de la discordia es el “dembow” que es tanto un ritmo como un subgénero dentro de la música reggaetón. Su origen y nombre provienen de la canción “Dem Bow” del artista de dancehall Shabba Ranks, lanzada en 1990. La demanda afectaría a los máximos exponentes del ritmo.
La instrumental de esta canción, “Dem Bow” , producida por Steely & Clevie, ha sido sampleada y reinterpretada innumerables veces en la música reggaetón y ha servido como base rítmica para muchos de sus hits.
El dembow, emblemático en el reggaetón, se caracteriza por un ritmo pegajoso y repetitivo, dominado principalmente por percusiones que resuenan con fuerza. Aunque tiene raíces profundas en el dancehall jamaiquino, con el paso del tiempo ha absorbido influencias de otros géneros latinos e incluso del hip hop, enriqueciendo su sonoridad y adaptabilidad.
En cuanto a su lírica, las canciones que emplean este ritmo a menudo se centran en temáticas festivas y de baile, abordando en muchas ocasiones contenidos sensuales o provocativos, lo que le otorga un toque distintivo y atractivo para las audiencias que buscan música para animar cualquier ambiente.
Steely & Clevie Productions, productora jamaicana, ha fortalecido su posición al encaminar una demanda monumental contra algunas de las más grandes estrellas de la música contemporánea. Lo que está en juego no es simplemente una melodía o letra, sino un ritmo, una esencia que ha caracterizado al reggaetón durante décadas.
Es precisamente esta influencia y penetración en el mercado lo que ha llevado a Steely & Clevie a señalar a poco más de 170 artistas, productores y sellos discográficos en su demanda.
Entre los acusados, se encuentran a luminarias como Bad Bunny, Daddy Yankee, Ricky Martin, Justin Bieber, Luis Fonsi, Pitbull, Drake, Rauw Alejandro, Jason Derulo, Enrique Iglesias, entre otros.
La queja subraya la utilización del riddim en cuestión en más de mil 800 canciones publicadas desde 1995 hasta 2021.
Entre estos éxitos musicales, destacan el remix de “Despacito” de Luis Fonsi con Justin Bieber y Daddy Yankee, “Échame La Culpa” en colaboración con Demi Lovato, “Dame Tu Cosita” de El Chombo junto a Cutty Ranks, así como “Dura”, “Rompe”, “Gasolina” y “Shaky Shaky” de Daddy Yankee. También figuran en la lista “Taki Taki” de DJ Snake con Selena Gomez, Ozuna y Cardi B, y “We Are One (Ole Ola)” de Pitbull y “MIA” de Bad Bunny y Drake.
El caso monumental recae en manos de André Birotte Jr., un juez federal de 56 años originario de Nueva Jersey, cuyos padres son inmigrantes haitianos. Es él quien, tras las audiencias programadas para septiembre de 2023, determinará si se aprueban o rechazan las mociones de desestimación presentadas.