Además, reveló que desde niña, Hannah demostró su pasión por el baile, por lo que aprendió Ballet. Antes de conocer a su esposo consiguió ingresar a la Escuela Julliard (uno de los institutos de artes más prestigiosos y difíciles de entrar). Sin embargo, dejó su sueño de convertirse en una bailarina profesional tras conocer a su esposo Daniel, pues se casaron a los dos meses de haberse conocido, pese a que ella quería esperar un año.