En algunos países la magía y algreía de la Navidad se obscurece con la perversa leyenda del Krampus, un demonio que persigue a los niños mal portados.
Krampus, una bestia con cuernos, pelo oscuro, colmillos y que es mitad cabra y mitad demonio es considerado el diablo de la Navidad que asusta niños que no se han portado bien durante el año.
El Krampus es un anti San Nicolás que llega con cadenas y campanillas, al igual que con varas de abedul para azotar a los niños que se portan mal y llevarselos al inframundo.
Krampus proviene de la palabra alemana “krampen” que significa garra. Se cree que este demonio es el hijo de Hel de la mitología nórdica.
Según la leyenda, Krampus aparece la noche antes del 6 de diciembre, día de San Nicolás.
En la tradición, si el niño se ha portado recibe en su zapato o su bota regalos por su buen comportamiento de parte de San Nicolás, pero si se portó mal recibirá una vara de parte de Krampus.
Se dice que Krampus captura a los niños particularmente traviesos en su saco y se los lleva con él a las profundidades del infierno para devorarlos completamente.
Después de varios años, la iglesia Católica prohibió la presencia de Krampus y las celebraciones que se hacían por el demonio.
El diablo de la Navidad es parte de las tradiciones de varias regiones de Europa, incluyendo Austria, Baviera, Croacia, Hungría y el norte de Italia.
“Krampuslauf” (carrera de Krampus) o “Krampusnacht” (Noche de Krampus) es una festividad donde las personas se disfrazan y desfilan por las calles asustando
En países como Austria, los hombres jóvenes se visten como el Krampus y deambulan por las calles asustando a los niños.