Luego del fallecimiento de la Reina Isabel II el pasado jueves -8 de septiembre-, la famosa corona británica fue sacada de la Torre de Londres para la coronación del nuevo Rey Carlos III. Asimismo varias joyas de la corona de altísimo valor serán piezas fundamentales para el nuevo periodo de Carlos III en el poder británico. En la siguiente galería le mostraremos los diferentes joyas clave de la Corona del Estado Imperial del reinado británico.
La corona del Estado Imperial fue encargada desde 1937 para la coronación del Rey Jorge VI. Mientras que en 1953 Isabel II la llevó luego de su proclamación como reina.
Sin embargo, cabe destacar que la corona no solo se usa para este tipo de ceremonias, sino para otras más variadas, como cuando Isabel II la utilizó en las aperturas formales del parlamento británico.
Con más de un kilo de peso, la corona británica mide 31.5 centímetros de alto y posee la sorprendente cantidad de 2 mil 868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y cuatro rubíes.
Cabe recordar que el primer rey que instituyó las joyas de la corona y las insignias imperiales del trono inglés fue Eduardo, El Confesor. Estas serían saqueadas bajo el reinado de Carlos I. Desde la restauración de la monarquía las Joyas de la Corona británica han aumentado en esplendor y valor.
Corona del Estado Imperial
La más emblemática de las insignias y joyas reales que utilizó Carlos III en su coronación fue la famosa corona de Eduardo, El Confesor. La más famosa de las coronas británicas, porque Isabel II la volvió el símbolo de la casa real del Reino Unido.
Confeccionada para la coronación de Carlos II (antecesor de Carlos III), la Corona de San Eduardo es la más importante y sagrada de las coronas. Solo se utiliza para la ceremonia de coronación.
Esta corona de oro macizo engastada con gemas como rubíes, amatistas o zafiros, y dotada con una cubierta de armiño es particularmente pesada de llevar, con más de 2 kilos.
2. El Cetro de la Paloma
Creado también para la coronación de Carlos II en 1661, este cetro de oro está rematado por una paloma con las alas extendidas posada en una cruz para simbolizar el Espíritu Santo.
En la parte superior hay un orbe engastado en diamantes y coronado con una cruz, sobre la que descansa una paloma blanca con las alas extendidas, esta es una representación del Espíritu Santo. Es de 110 centímetros de largo y pesa 1.150 gramos.
3. El Cetro de la Cruz
Este cetro representa el poder temporal del soberano. Ha sido usado en cada coronación desde la de Carlos II en 1661. Pesa 1.170 gramos y mide 92 centímetros de largo.
En 1911 se le añadió el impresionante diamante Cullinan I de 530,2 quilates. El diamante es tan grande que el cetro tuvo que ser reforzado para soportar el peso.
4. El Orbe del Soberano
Este globo coronado con una cruz simboliza el mundo cristiano. Está formado por una esfera de oro hueca engastada con esmeraldas, rubíes y zafiros, rodeados de diamantes y enmarcada por dos hileras de perlas. En su parte superior se levanta una cruz engastada de diamantes con un zafiro en el centro en un lado y una esmeralda en el otro. El orbe está decorado con 375 perlas, 365 diamantes, 18 rubíes, 9 esmeraldas, 9 zafiros.
Durante la ceremonia de coronación, el orbe se encuentra en la mano derecha del monarca antes de ser colocado en el altar. La joya mide 27,5 centímetros de alto y pesa 1.320 gramos. El Orbe Soberano se entrega en la coronación, durante el rito de investidura y al salir de la Abadía de Westminster, Carlos III lo deberá llevar en la mano izquierda.
5. El Anillo
Este anillo de oro se realizó para la coronación de Guillermo IV en 1831. Está compuesto de un zafiro rodeado de diamantes e incrustado de rubíes que forman una cruz. En la ceremonia de coronación, el arzobispo lo coloca en el anular del soberano como símbolo de “dignidad real”. El rey también tendrá el anillo soberano elaborado en rubíes y zafiros para simbolizar la cruz roja de San Jorge (Inglaterra) sobre el fondo azul de la cruz de San Andrés (Escocia).
La corona está elaborada completamente en oro y adornada con el hermético numero de 444 piedras, entre las que se encuentran otras joyas preciosas como amatistas, granates, peridotos, rubíes, zafiros, topacios, turmalinas y circonitas.
El poder político siempre ha estado ligado a los símbolos de lujo y fuerza. En las monarquías esto se ha simbolizado con las joyas de la corona las que se usan en la coronación y legitiman a Carlos III como rey del Reino Unido y otros 14 estados soberanos.